Que se lo digan a los habitantes de la frontera Pakistán-Afghanistán, en donde han sido abatidas miles de personas por esta lluvia de fuego que viene repentinamente del cielo. La escasez de pilotos reales que dirijan los cientos de aparatos existentes ha provocado la decisión de que sean operados por personal cada vez más joven y en la práctica más cercano a las Xbox y las PlayStation.

Un movimiento del joystick desde la base Creech en Nevada y vuelan «esos árabes» por los aires. Game Over. Los franceses ocupan un tercer puesto en el juego de los drones, detrás de Israel (segundo) y también parecen ir los primeros en su uso en aplicaciones civiles. Ya el grupo ecologista Sea Shepherd utiliza dos drones para el seguimiento de las actividades de los barcos balleneros nipones y nos son los únicos en este campo.

Ahora, Grenoble MND y el grupo Delta Drone van a comercializar dos modelos concebidos y equipados para usos en la montaña -provocar avalanchas a distancia, controlar previamente presencia de personas, medir espesores de nieve, localización de víctimas de aludes, observaciones topográficas, etc.-. Todo ello en lugares inaccesibles o demasiado peligrosos para humanos. Que así sea.