Ibiliz Ibili | Juan Mari Feliu
Iguntze, excepcional atalaya en los límites de Zuberoa con Biarno
Una vez retirada la nieve en el paisaje oriental de Euskal Herria, la despejada cumbre de Iguntze nos ofrece uno de los paisajes más pintorescos de la montaña vasca, especialmente con vistas orientadas en el espigado perfil del macizo de Larra y el vecino valle de Axpe. Para alcanzar este excepcional mirador deberemos situarnos en el vallecito de Barlanes, en la vertiente norteña del macizo de Izarbe, una airosa barrera de montañas poco conocida que establece los límites de Euskal Herria y Biarno. El vallecito de Barlanes, que se encuentra antes de llegar al pueblo bearnés de Lanne-de-Baretous, ofrece de primeras una bella postal anclada en un pasado reciente. Bordas y caseríos, algunos ya en ruinas, testigos de un floreciente pasado agroganadero.
La aproximación al lugar de inicio de la excursión la haremos por la estrecha carretera que lleva a la estación de esquí nórdico de Izarbe, por un terreno llano, cubiertos de prados y dispersos caseríos y bordas. Con la vista puesta en el altivo macizo de Izarbe seguiremos por el fondo del valle hasta alcanzar el puente de la Blancou, donde veremos poco antes un cartel «Truites» (truchas). Una vez en un cruce continuar por el carretil central, dejando al paso el caserío Pipet, en un desvío donde se anuncia la venta de truchas. Poco más adelante dejaremos el coche. Un puente que da acceso al caserío Chin finaliza el carretil. Del puente iniciaremos la excursión por una pista de tierra que discurre junto la regata Lissague, a la sombra de un frondoso bosque de especies autóctonas que nos irá acercando suavemente hacia el punto de subida al collado Urdaburu.
Una vez en el desvío, cruzaremos la regata para continuar ahora subiendo a la derecha por otra de menor entidad, pasando junto un depósito de agua. Sin dejar la sombra del bosque se alcanza el collado de Urdaburu (844 m.), situado bajo la cumbre de Irakurri. Aquí ante un cruce de pistas, donde hay un abrevadero para el ganado daremos vista al macizo de Arbaila. La excursión continúa por la pista de tierra central, ganando altura dejando algunos desvíos a la derecha
La subida continúa por el lomo con una inclinación variable que lleva a la cúpula cimera de Iguntze donde daremos con un nuevo cruce de pistas, a la vez que damos vista al conjunto del macizo de Izarbe. Más arriba se dejan dos desvíos a la izquierda, el más alto será por donde regresaremos una vez realizado el bucle cimero y una cabaña pastoril con un letrero «Place du docteur Biju», junto los restos de una alambrada. Tras cruzar unos bosquetes de hayedo y los llamados pastos de Montori, finalmente estaremos en la redondeada cima de Iguntze (1387 m.).
Amplia y herbosa con un taco cartográfico rodeado por un círculo de piedras, Iguntze ofrece una extensa panorámica, desde el erizado perfil de las cumbres de los valles de bajo Axpe, Anso y Erronkari hasta el macizo de Arbaila-Irati separado por el cordal principal de la cordillera. Magnífico balcón para observar en frente los profundos cañones de Arphidia, Ujarre y Kakueta. A nuestros pies, en la profundidad del valle de Santa Grazi veremos el barrio de Kasarna. La panorámica que ofrece en círculo destacan hacia el oriente el espigado perfil de las montañas del bajo valle de Axpe y de los valle de Belagoa y Anso, aunque parte de la meseta de Larra queda oculta por el vecino monte Arbuti. En el otro extremo del cordal principal del Pirineo Vasco se pierden en el horizonte occidental el conjunto montañoso de Irati-Arbaila y hacia el norte los espigados picos de Argibiela, Beguze y Sodou a caballo de los límites orientales de Euskal Herria.
Para finalizar la excursión, el regreso lo haremos perdiendo altura por el cordal hasta el amplio collado de Lakurde (1341 m.) por terreno cubierto de helechales, brezos y arbolado autóctono, lugar donde encontraremos el final de una pista. Por ella iniciaremos el regreso bajo la sombra de un denso bosque de hayas por los flancos norteños de Iguntze hasta desembocar en la loma que hemos tomado durante la subida a esta montaña.
Quedaría finalmente la opción de alcanzar la cumbre de Arbuti (1542 m.) desde Lakurde en media hora. Una borrosa senda lleva al cercano bosque que cubre esta montaña, cubierta en parte de brezos, hayas y abetos hasta alcanzar su parte más alta donde afloran rocas y pedreras. A diferencia de Iguntze la vista se encuentra limitada por el arbolado que trepa hasta la cumbre.