Marruecos y el Frente Polisario iniciaron ayer en Nueva York la novena ronda de las conversaciones informales que mantienen bajo el auspicio de la ONU sobre Sahara y que no se celebraban desde julio.

El objetivo de estos encuentros orquestados por el enviado especial de la ONU para Sahara, Cristopher Ross, es evitar que se enfríen los contactos y que ambas partes sigan «debatiendo sus distintas propuestas para lograr una solución».

Rabat llega a esta reunión con una posición reforzada tras haber sido admitido como miembro temporal del Consejo de Seguridad de la ONU.

El Polisario subrayó que esta admisión supone un desequilibrio en el enfoque del conflicto.

«Vamos a juzgar los hechos y ver si Marruecos viene con mejores intenciones que en el pasado. Por el momento, no tenemos elementos para decir si Rabat quiere resolver honestamente un conflicto que para la ONU es un problema de descolonización», dijo antes del inicio del encuentro el representante ante la ONU del Polisario, Ahmed Bujari. «Lo fundamental más allá de cuestiones secundarias es lograr un avance serio hacia el ejercicio de la autodeterminación», remarcó.