Un tribunal militar egipcio declaró ayer inocente a un médico militar acusado de haber realizado pruebas de virginidad a una manifestante detenida por el Ejército.

La corte alegó que no existen pruebas suficientes para condenar al médico Ahmed Adel por los abusos denunciados por la activista Samira Ibrahim, en un caso que ha movilizado a las organizaciones de defensa de los derechos humanos y ha creado una gran polémica en el país. Ibrahim, de 25 años, y otras 16 mujeres fueron arrestadas el 9 de marzo de 2011 tras participar en una manifestación en la plaza Tahrir de El Cairo. Siete fueron obligadas a someterse a pruebas de virginidad delante de varios oficiales, algunos de los cuales sacaron fotos con sus móviles. Ibrahim relató que los soldados las amenazaron con acusarlas de prostitución y que la golpearon cuando pidió que no la miraran tanto los militares.