Carlos GIL | Analista cultural
La necesidad y el deseo
dFeria se nos acerca con toda su historia acumulada y en tiempos de tantas dudas como esperanzas. No ha tenido la feria donostiarra una continuidad precisa, ni sus fechas de celebración han sido las mismas, ni sus objetivos se han mantenido inamovibles. Las variaciones han respondido a cuestiones de búsqueda de alternativas, pero también a caprichos, o a circunstancias externas. Un año se anunció que desaparecía, y ante la respuesta de los patrocinadores y de los profesionales, se hizo una versión limitada que resultó ser una de sus mejores ediciones. Ante la necesidad y la urgencia, se recurrió a una programación donde prevalecía la producción vasca que, debería ser, su objetivo. O su principal objetivo.
El modelo de las ferias se está cuestionando, la crisis ha dado mordiscos presupuestarios que las coloca en una situación paradójica ya que si bien se están celebrando, con programaciones restringidas, lo que ha variado es la parte contratante: los recortes han llegado a los teatros, y las figuras incuestionables de antaño, los programadores, son almas en pena, llorando por la bajada de su capacidad de influencia, es decir de contratación. Por ello, se están haciendo las ferias, con la siempre importante colaboración de las compañías que renuncian a parte de sus emolumentos con la esperanza de ser contratados, pero no existe ninguna seguridad de que, aunque su trabajo guste, exista en este momento suficiente poder contractual como para salir de ellas con el año solventado.
Existen excepciones. Hablamos en términos generales. Pero está claro que en situaciones tan penosas, de tanta incertidumbre, de un futuro tan lastrado, la presencia en las ferias se puede convertir en ese clavo ardiendo al que se aferran grupos, compañías y productores. Y es en este sentido en el que consideramos que la cita donostiarra ha vuelto a un formato sensato y ha logrado confeccionar un buen cartel, atractivo para los programadores de aquí y para los del Estado. Y con ofertas vacas en teatro y danza que pueden alcanzar el éxito de lograr actuaciones, que es el deseo de todos cuantos participan.