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«La reforma dinamita la negociación colectiva»

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Joseba Villarreal
Responsable de negociación colectiva de ELA

«La negociación colectiva cambiará, a partir de este momento, porque el Gobierno del PP ha concedido a los empresarios todas las bazas: pone fin a la ultraactividad de los convenios en dos años, obliga al arbitraje obligatorio y los empresarios pueden descolgarse de los mismos siempre que aduzcan reducciones de facturación». Joseba Villarreal llama a confrontar para darle la vuelta a esta situación.

Juanjo BASTERRA | BILBO

¿Qué balance hace de las medidas sobre la negociación colectiva que acompañan a la reforma laboral del PP?

Esta reforma dinamita la negociación colectiva como la hemos conocido hasta ahora. Tiene razón la vicepresidenta española Soraya Sáenz de Santamaría cuando dice que va a haber un antes y un después. Cambian las reglas de juego, el terreno, y hacen saltar por los aires la negociación colectiva que hemos conocido hasta ahora. La ha impuesto el Gobierno del PP con el apoyo de CiU y de UPN. Busca exclusivamente rebajar salarios.

¿Cómo llega a esa conclusión?

Porque es una reforma que la han exigido las grandes empresas aprovechándose de la crisis. Está diseñada para cuando ganen dinero. No es para hoy, sino que está pensada para cuando tengan beneficios. No nos hacemos una idea real de dónde nos van a colocar con todo esto.

¿Pretende terminar con los sindicatos, porque la negociación colectiva queda en manos de los empresarios?

Busca sin ninguna duda el debilitamiento de la defensa de la negociación colectiva, por lo tanto sí puede pretender buscar que desaparezcan los sindicatos. Pero si están pensando en eso, nos tendrán en frente. Estamos viendo qué alternativas nos deja la reforma para explorarlas y nuestra obligación es ofrecer a nuestra gente seguir confrontando y reivindicando en el marco que nos permita la reforma de la negociación colectiva. Vamos a continuar reivindicando el marco vasco de relaciones laborales y de protección social. En este tema tenemos que entrar en las tripas de qué es y qué quiere decir. Tenemos claro que vamos a reivindicar un modelo diferente de sociedad y de hacer sindicalismo. Sobre esas bases, desde ELA tendemos la mano a quienes sigan esos mismos objetivos.

¿A qué alternativas se refiere?

Son complicadas. No son uniformes. Estamos profundizando con nuestra gente y organizaciones sindicales amigas hacia dónde podemos tirar. Es evidente que la reforma cambia el terreno de juego. Uno puede seguir mirando atrás para no ver lo que tiene delante; nosotros miramos hacia adelante para ver alternativas que tengan garantías jurídicas. Porque es cierto que incorpora actuaciones que hacen desaparecer la negociación con el fin de la ultraactividad en los convenios. El 12 de febrero de 2014 todos los convenios que están en proceso de negociación decaen con todos los contenidos. Además, no limita la ultraactividad, sino que la hace desaparecer. Se modifican las condiciones de trabajo con el arbitraje obligatorio. Da al empresario la posibilidad que haga lo que sea con nosotros.

Antes que el PP, en 2011, el Gobierno español de Rodríguez Zapatero ya rompió las reglas de juego que estaban vigentes.

Sí. La reforma de Zapatero les dio los instrumentos para centralizar la negociación en Madrid y adoptar qué corresponde acordar en cada parte. Es lo que nos ha pasado con los convenios del Metal, Comercio y Construcción, que se han centralizado. Con la reforma del PP la prioridad absoluta es el modelo de empresa, cualquier empresario puede firmar con cualquiera que marque condiciones mínimas, independientemente de lo que regulen otros. No es nuestra reforma. Nunca hemos reclamado una reforma de estas características. Lo que sí puedo decir es que ELA tiene el compromiso de hacerla frente y donde estemos organizados, donde haya correlación de fuerzas estaremos en mejor condición para la pelea.

¿La patronal ha ganado la partida en este tema?

De momento, está encantada. Aplaude con las orejas; en la felicidad constante desde el 12 de febrero. Le han dado más de lo que jamás hubiera pensado que un Gobierno le iba a dar. Dice que no le han dado suficiente, porque es insaciable por naturaleza. De hecho, ya reclama cambios en el derecho a la huelga, más flexibilidad, el contrato único, las restricciones en el desempleo, entre otras medidas. Venía buscando esto hace mucho tiempo, y lo ha conseguido.

¿La huelga general les aguará esa felicidad desbordante?

Es muy importante. Que quede claro, la huelga general sirve siempre. En el ámbito cercano, para que el empresario vea que no estamos de acuerdo, que vamos a pelear esa reforma. La suma de empresa a empresa sector a sector en la huelga general sirve, además, para que el Gobierno vea que hay una realidad diferente en la que no gobierna. Sirve de advertencia de que no aceptamos los recortes que vendrán a finales de marzo. La huelga tiene que servir para el inicio de algo muy importante.

En ésta, lo novedoso es la incorporación de los colectivos sociales que, junto a los sindicatos de la mayoría vasca, logramos una gran respuesta en la calle el pasado 25 de febrero. El objetivo es sumar gente que compartamos causa, aunque sea por diferentes motivos, pero tenemos los mismos objetivos. La huelga del 29 será el inicio de algo más grande, sin duda.

 

confrontar

«Estamos explorando qué alternativas nos deja la reforma para ofrecerlas a nuestra gente para seguir confrontando y peleando por la mejora de las condiciones laborales y salariales en las empresas»

ALGO GRANDE

«La huelga general sirve siempre, porque los empresarios verán que nos oponemos y el Gobierno español comprobará que no aceptamos sus drásticos recortes. Pero esta huelga, con la incorporación de los colectivos sociales, traerá algo grande, seguro»

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