La prórroga presupuestaria del PP despierta el enfado de una oposición que clama contra los recortes
La prórroga presupuestaria decretada por el Gobierno local de Gasteiz ha despertado el malestar de los grupos que conforman la oposición, que ven como el Gabinete de Javier Maroto utiliza la retirada de las cuentas para aprobar por decreto una amplia batería de recortes. «Tijeretazos» que han acabado con una treintena de agrupaciones dependientes de las subvenciones públicas.Cooperación al desarrollo un 85,3% menos, programas dirigidos a los jóvenes un 62,5% menos, actuaciones vinculadas a la igualdad de género un 31,7% menos, financiación para el fomento de la participación ciudadana un 53,5% menos, ingresos destinados a la puesta en marcha de servicios a la ciudadanía un 25,9% menos... Estos son solo algunos ejemplos de los recortes previstos por el Gobierno local de Gasteiz, en manos del PP, que en febrero pasado decidió suspender la tramitación presupuestaria de cara al presente ejercicio, prorrogando las cuentas diseñadas por el anterior Ejecutivo del PSE.
La decisión del alcalde, Javier Maroto, que trató de justificar la retirada del presupuesto alegando una supuesta caída en el Fondo de Financiación de las Entidades Locales (FOFEL), abrió una fractura en el seno del Consistorio gasteiztarra. Una brecha insalvable que ha dejado a los nueve ediles que forman el Gobierno local aislados del resto de corporativos, que han comenzado a jugar sus cartas con un único objetivo: poder influir en el proyecto presupuestario para impedir que el Ejecutivo del PP apruebe, vía decreto, los recortes que estime oportunos.
Bildu fue una de las primeras formaciones en mostrar su desacuerdo con la prorroga presupuestaria puesta en marcha por Maroto. Desde el primer momento los cargos electos de la coalición soberanista de izquierda denunciaron la existencia de una tijera oculta tras la suspensión presupuestaria. Una tijera afilada que ha puesto fin a 35 programas culturales entre los que destacan los circuitos de teatro, dotados con 70.000 euros durante 2011; la iniciativa «Cultural Álava», cuyo presupuesto durante el mandato de Lazcoz ascendía a 180.000 euros; y el ciclo educativo «Expresión Musical», que ha tenido que poner fin a su actividad tras ver como sus ingresos, costeados por el Consistorio, pasaba de 145.00o a 0 euros.
Itizar Amestoy y Kike Fernández de Pinedo han sido los encargados de mostrar esta realidad, que no se corresponde con la caída del 12% (50 millones de euros) prevista por el Departamento de Hacienda. Durante las últimas semanas, ambos ediles han tomado la palabra en el salón de plenos y en la sala de prensa de la casa consistorial para defender al mundo de la cultura, uno de los sectores más perjudicados por los recortes. Hace unos días, los dos concejales explicaron a GARA, una vez más, la precaria situación que padecen las agrupaciones de dantzaris, los conjuntos corales o las compañías teatrales amateur presentes en la capital alavesa, que han caído en el olvido de un alcalde que prefiere incentivar el Azkena Rock Festival, cuyo presupuesto ha aumentado un 17,7% -de 220.000 a 259.000 euros-, solo porque, tal como afirmó la edil de Cultura, Encina Serrano, da más dinero a la ciudad.
Pero como señala Itziar Amestoy los recortes no se circunscriben a un solo departamento. En el Área de Participación Ciudadana cabe destacar el recorte impuesto por el concejal delegado, Alfredo Iturricha, sobre las asociaciones vecinales, que han visto limitada su operatividad tras ver como el Consistorio recortaba en un 40% las partidas dirigidas a garantizar el trabajo diario de las mismas, así como el mantenimiento de sus instalaciones. En opinión de la edil abertzale, el Ejecutivo municipal ha diseñado los presupuestos «menos participativos en la historia» del Ayuntamiento gasteiztarra. Unas cuentas que impiden la participación activa del tejido asociativo en la tramitación de las mismas y suponen una «merma democrática» para la ciudad. «Son la antítesis de los presupuestos propuestos por Bildu», confirma con enfado.
Con el objetivo de poner fin a esta situación, el 10 de febrero en el transcurso de una comisión, Kike Fernández de Pinedo y Antxon Belakortu propusieron utilizar las propias pesquisas de la prórroga presupuestaria para poder forzar la presentación de un presupuesto. Tal como explicó ante el resto de formaciones, la fórmula empleada por Javier Maroto permite la aplicación por decreto de los recortes, sin embargo, obliga a votar en pleno la aprobación, o no, de las inversiones. Por ello, para tratar de poner fin a la situación de prórroga, los dos ediles de la coalición apostaron por sumar los votos de la oposición (18 corporativos) para paralizar las inversiones previstas por el PP, que gobierna en minoría la ciudad.
Sin embargo, el PNV prefirió hacer oídos sordos a la propuesta de Bildu. En lugar de sumar fuerzas para poner fin a la prorroga, el grupo jeltzale decidió acordar un paquete de inversiones, dotado con 50,3 millones de euros, con el Gobierno local. Una decisión criticada por la coalición soberanista y defendida por el portavoz del PNV, Gorka Urtaran, que afirma que el pacto es del PP con el PNV, y no al revés. «El acuerdo es palabra por palabra el programa electoral y el compromiso del PNV con Gasteiz. Nosotros tenemos un acuerdo con la ciudadanía, y si al PP le parece bien y lo quiere desarrollar no vamos a decir que no», añade.
Las prórroga llega a las Juntas
Además, Urtaran afirma que su partido no comparte la estrategia de plante propuesta de Bildu, ya que a su parecer se trata de una medida propia de «épocas pasadas». En su lugar, el jelkide prefiere recurrir a una instancia superior para acabar con la prórroga presupuestaria. Para ello, el grupo del PNV en las Juntas Generales de Araba ha presentado una modificación de la norma foral 3/2004, relacionada con la tramitación presupuestaria en las entidades locales del herrialde, para poder incluir una batería de enmiendas a las cuentas prorrogadas.
En su despacho de la casa consistorial, el portavoz del PNV se defiende de las críticas expuestas por la Diputación alavesa y explica que la modificación planteada por su partido afecta al procedimiento de la norma, no al contenido. Por tanto, según afirma Urtaran, no se produce ninguna desarmonización con respecto a las normas forales de Bizkaia y Gipuzkoa. «Es un cambio en el procedimiento para que, en el caso de prorrogarse los presupuestos, el alcalde de turno, se vea obligado a presentar el presupuesto prorrogado en partida, abra un plazo de enmiendas para que la oposición haga sus aportaciones al presupuesto prorrogado e incorpore aquellas que tengan el respaldo de la mayoría», afirma.
Si las Juntas Generales dan su visto bueno a la modificación propuesta por el PNV, esta podría entrar en vigor a finales de abril. Sería entonces cuando se abriría un período reservado para la presentación de enmiendas como paso previo a su votación en pleno, algo que, de cumplirse los plazos estipulados por la Cámara foral, podría darse durante la primera semana de mayo. Para Urtaran, este procedimiento es la mejor manera de «tirar de las orejas» al primer edil de Gasteiz «sin castigar» a la ciudadanía, en alusión a la propuesta de Bildu.
«Fraude político» de Maroto
Desde el PSE, su portavoz, Patxi Lazcoz, defiende que la prórroga presupuestaria supone un «fraude político» para la ciudad. El ex alcalde, que ha criticado en diferentes ocasiones la decisión adoptada por el Gobierno municipal, denuncia que la retirada de las cuentas «hurta» el debate político en el pleno y reduce la «calidad democrática» del Consistorio gasteiztarra, una postura compartida por los ediles de Bildu. «La retirada de las cuentas constituye un bloqueo al consenso político y, sobre todo, a la participación ciudadana», critica el ex alcalde de la capital alavesa.
En su opinión, la mejor opción para responder a la situación abierta por el Gabinete del PP pasa por hacer posible que los vecinos de Gasteiz «tengan voz en la exposición de sus propuestas». «En este sentido, el PSE les da información y apoyo para hacer posible que Maroto recule y corrija su posición, como ya ha sucedido con el Centro de Medicina Deportiva», subraya. En cuanto al citado centro, cabe destacar que el Ejecutivo local mostró su disposición a estudiar la continuidad del mismo, siempre y cuando el resto de formaciones políticas acepten una subida en las tarifas del servicio.
Al margen, Lazcoz se muestra crítico al hablar de la unidad mostrada por la oposición en los momentos iniciales, cuando llegaron a ofrecer una rueda de prensa conjunta para anunciar la adopción de medidas comunes. Como él mismo reconoce, existe una unidad en cuanto al criterio mostrado ante la prórroga. «Sin embargo, esa unidad es difícil de trasladar a la acción porque aquellos grupos que tienen la posibilidad de forzar al Gobierno no lo están haciendo», lamenta.
¿Una moción de censura?
Lo cierto es que los recortes de Maroto podrían quedar en el olvido si la oposición sumara sus votos para aprobar una moción de censura. Una medida extraordinaria que dejaría al PP fuera de juego en el Consistorio de Gasteiz. No obstante, esta opción parece no entrar en la agenda de los partidos de la oposición, que prefieren solventar la situación uniendo sus votos en otro tipo de iniciativas. A este respecto, Lazcoz afirma que el cese del actual Ejecutivo es «imposible».
Tal como explica el ex alcalde, para poder sacar adelante una moción de censura contra el Gobierno del PP sería «necesario» la construcción de un Ejecutivo alternativo donde estuvieran representados los ideales y los objetivos de las formaciones que componen la oposición. «Una condición que no se da porque los tres grupos tenemos visiones diferentes sobre el modelo de ciudad que queremos para Gasteiz», concluye.
Con moción o sin ella, los tres grupos confían en poder influir en las cuentas de Gasteiz y, de este modo, parar los recortes previstos por un Gobierno que aumenta en un 100% la partida destinada a un convenio con las Cofradías Penitenciales en vez de mantener las aulas de estudio nocturnas. Un Ejecutivo que ha rechazado colaborar en la realización de este reportaje.
Ion SALGADO
Los recortes planteados por Javier Maroto en cooperación al desarrollo, cuya partida ha caído un 85%, provocó la una respuesta unitaria por parte de la oposición. Bildu, PNV y PSE anunciaron medidas contra un tijeretazo que llegó acompañado de múltiples protestas.
Según recuerda Itziar Amestoy (Bildu), en un primer momento se optó por iniciar un plante como medida de presión. Un bloqueo de las inversiones, que tocaría a su fin cuando el Ejecutivo municipal restituyera la partida acordada para cooperación: el 1% del presupuesto. Sin embargo, a los dos días el grupo municipal del PNV optó por desvincularse de dicha opción. I.S.
3 de febrero
El alcalde de Gasteiz, Javier Maroto, convoca una rueda de prensa urgente para anunciar la retirada del proyecto presupuestario.
8 de febrero
El Ejecutivo local del PP y el grupo municipal del PNV firman un acuerdo dotado con 50 millones de euros dirigidos a financiar futuras inversiones.
10 de febrero
La oposición carga contra Maroto en la Comisión de Hacienda. Pese a la insistencia del resto de grupos, el primer edil confirma que no presentará las cuentas de cara a 2012. En el mismo debate Bildu propone la paralización de las inversiones, y el PNV anuncia su intención de modificar la norma foral 3/2004.
5 de marzo
La Coordinadora de ONGs de la CAV acude al pleno de Gasteiz para denunciar los recortes impuestos por el Gobierno municipal.
12 de marzo
Las Juntas Generales de Araba aprueban la toma en consideración de la modificación de la norma foral 3/2004.
13 de marzo
El portavoz del PNV en el Ayuntamiento de Gasteiz, Gorka Urtaran, propone un «presupuesto alternativo» con el que poder influir en una futura tramitación presupuestaria.
12%
Esta es la verdadera caída del presupuesto de Gasteiz. Una reducción del 12% que no se aplica de manera equitativa en los diferentes recortes previstos por el Consistorio de la capital alavesa.