Sarkozy rechaza las críticas y defiende la actuación policial en Toulouse
El presidente francés, Nicolas Sarkozy, salió ayer al paso de la ola de críticas por la actuación policial que acabó con la vida de Mohamed Mareh tras más de 30 horas de asedio. Sarkozy, que reunió a parte del Gobierno y los más altos responsables de seguridad, defendió la actitud de la Policía frente a quienes cuestionan que podía haber detenido al supuesto autor de los tiroteos de Montauban y Toulouse.
GARA | PARÍS
El presidente francés y candidato a la reelección, Nicolas Sarkozy, sigue defendiendo la actuación de la Policía en la operación que acabó con el supuesto autor de los tiroteos de Montauban y Toulouse, en los que mató a siete personas, y aseguró que no permitirá que los agentes sean criticados.
«No permitiré que nadie ponga en cuestión el honor de los que han puesto fin, arriesgando su vida, a la trayectoria sangrienta de un terrorista monstruoso», afirmó Sarkozy en un mitin en Rueil-Malmaison, a las afueras de París.
El presidente-candidato afirmó que asume la responsabilidad por toda la actuación de la Policía, ante las críticas a los agentes de la brigada especial -Raid-que acorralaron a Mohamed Merah, por no haber logrado arrestarle vivo, y a los servicios secretos galos, por no tenerle más controlado por haber estado en contacto con medios salafistas.
Sarkozy se presentó como el garante del honor «de esos hombres que cuidan de nuestra democracia, de nuestros derechos, de nuestra libertad».
El candidato conservador consideró que la neutralización de Merah se produjo en un plazo relativamente breve.
Reiteró sus proyectos de perseguir a quienes visiten de forma habitual páginas web que «hagan apología del terrorismo» y quienes sigan en el extranjero cursos de adoctrinamiento, como los que hizo Merah en Afganistán y Pakistán.
Reunión del Gobierno
Ante la oleada de críticas por la operación, incluidas las de la oposición del PS, Sarkozy reunió ayer en el palacio del Elíseo al primer ministro, François Fillon, y varios miembros del Gobierno, para tratar sobre la seguridad tras los atentados. Además del ministro de Interior, Claude Guéant, y el de Justicia, Michel Mercier, acudieron a la cita el director de la Policía y los responsables del Raid, así como el de los servicios secretos.
El candidato del PS a la presidencia, François Hollande, se preguntó si no había habido fallos en los servicios de espionaje franceses, que no vigilaron lo suficiente a Merah pese a sus vínculos con medios salafistas.
Por otro lado, las autoridades anunciaron el fin del plan de seguridad Vigipirate, que había sido elevado al nivel escarlata -el último antes de las medidas de excepción- en la región de Toulouse.
En Rouen, varios centenares de personas participaron en actos en memoria de Imad Ibn Ziaten, uno de los militares muertos en los tiroteos. También en Toulouse se llevó a cabo un homenaje a las siete víctimas y en París se desarrolló una movilización «por la República unida contra el racismo, el antisemitismo y el integrismo».
Según una encuesta, casi tres de cada cuatro franceses cree que Nicolas Sarkozy tuvo la actitud correcta ante el drama de Toulouse y Montauban, y el 56% tiene la misma opinión de François Hollande. El tema de la seguridad ha desplazado a la economía del debate electoral y ha beneficiado al presidente-candidato.
Hoy debería concluir la detención de Abdelkader Merah y su novia, que ayer fueron trasladados a París y deberían ser llevados ante un juez. La Policía intenta averiguar si colaboró en la preparación de los atentados de su hermano.
El hermano de Mohamed Merah, supuesto autor de los tiroteos de Toulouse, es ahora el centro de la investigación policial, que lo define como un islamista radical. La Policía indicó que quiere averiguar si Mohamed, que actuó solo en los atentados, tenía una estructura de apoyo detrás. Abdelkader Merah, de 29 años, y su novia fueron trasladados ayer de Toulouse a la Subdirección Antiterrorista (SDAT) en Levallois-Perret cerca de París. Según fuentes policiales, negó haber ayudado a su hermano ni estar al corriente de sus planes, aunque reconoció haberle acompañado a un concesionario Yamaha, en el que trataron de desactivar el dispositivo de localización de la moto en la que circulaba Mohamed Merah al llevar a cabo sus ataques. Además, indicaron que no se ha hallado ninguna prueba relevante sobre el caso en su ordenador y en su domicilio no se han encontrado armas ni explosivos. Hasta ahora, la Policía no cuenta con más cargos que el posible acompañamiento en el robo de la scooter con la que cometió los tres atentados.
Las mismas fuentes insistieron en que el joven dijo estar orgulloso de los actos de su hermano menor, mientras su madre, Zoulika Aziri, que fue puesta en libertad, dijo estar dolida por un sentimiento de culpabilidad y remordimiento», según su abogado, Jean-Yves Gougnaud. Las informaciones policiales presentan a Addelkader Merah como un «salafista fundamentalista convencido» y aseguran podría haber viajado también a Pakistán. El fiscal de París, François Molins, aseguró el jueves que en 2007 apareció implicado en el reclutamiento de jihadistas en Irak. GARA