SEGUNDA B Empate en Mendizorrotza
Un gol de rebote castiga el paso atrás del Alavés
Los albiazules se adelantaron pronto pero después cedieron toda la iniciativa al filial rojiblanco.
ALAVÉS 1
BILBAO ATHLETIC 1
GARA | GASTEIZ
Como una de esas viejas películas de serie B y colores ajados que algunas cadenas reponen una y otra vez para rellenar la tarde de los sábados. Así fue el partido que se vio ayer en Mendizorrotza. El mismo que tantas veces ha atormentado a los seguidores albiazules y que lleva camino de costar al Alavés quedarse fuera del play-off.
En la enésima repetición de la misma pesadilla, el Alavés fue incapaz de controlar el juego ante un Bilbao Athletic tremendamente cómodo que, aunque fuera de rebote y con su dosis de polémica, acabó rascando un punto. Y eso que el choque se había puesto de cara nada más empezar. Pero los de José Carlos Granero dieron su paso atrás y cedieron la iniciativa por completo al filial rojiblanco, que no lo desaprovechó.
Casi sin que se hubieran repartido los papeles, la suerte sonrió al Alavés. Apenas se habían disputado ocho minutos cuando Azkorra peinó un balón que Casares pudo traducir en penalti. Marcó Sendoa y prácticamente se acabó la aportación local porque, a partir de ese momento, el dominio rojiblanco fue aplastante. Al Alavés solo le quedó correr hacia atrás, enseñando de nuevo las costuras por todos sus flancos.
Los cachorros dispusieron de ocasiones claras, sobre todo en un mano a mano de Guillermo y Rangel, pero su inocencia de cara a gol les impidió conseguir el tanto del empate frente a un anfitrión que, en todo el primer tiempo, solo disfrutó de una acción más de peligro, que Casares no supo resolver ante Aitor.
Tras el descanso, el decorado fue el mismo. O más exagerado, si cabe. Los de Granero cedieron medio campo a su rival, que fue gozando de mayor posesión conforme avanzaron los minutos. No dejaron los jugadores rojiblancos de intentar acortar distancias, hilvanando siempre buen fútbol. Cometían, sin embargo, el mismo pecado que en el primer tiempo. Llegaban bien a las inmediaciones de Rangel, pero demostraban una gran inocencia a la hora de finalizar las jugadas.
Del bostezo al enfado
Con los cambios de Casares por una parte y Vidal por la otra, se marchó la magia que había sobre el césped y el juego se mostró más emponzoñado. El Alavés se mantenía reacio a dar un paso adelante y al equipo de José Ángel Ziganda le seguían sobrando timidez e inocencia. El carrusel de relevos aumentó aún más si cabe el bostezo generalizado en un Mendizorrotza que no sabía si desesperarse con los suyos o acomodarse definitivamente para la siesta.
Acabó triunfando la primera opción porque, a cinco minutos del final, el Bilbao Athletic sí acertó. En una acción a balón parado, con un rebote en el área y en la que los jugadores locales pidieron fuera de juego e incluso mano. Pero el remate de Saborit subió al marcador.
Les entraron las prisas a los albiazules, que en los cinco últimos minutos generaron más ocasiones que en la hora y media precedente. Pero los bilbainos se defendieron como pudieron y el marcador no volvió a moverse, para disgusto de una grada que acabó silbando el pobre juego de su equipo.
Remontada rojilla
Osasuna Promesas se impuso al Burgos (2-1). Se adelantaron los visitantes en el 50, pero Navarro y Calderón dejaron los puntos en Tajonar.