La responsable del colectivo civil Colombianos por la Paz, la exsenadora Piedad Córdoba, insistió ayer en que las FARC han decidido liberar mañana a los rehenes, los diez últimos policías y militares que mantiene en su poder. «Son las FARC las que han decidido la fecha del 26 de marzo y, por el momento, no han dicho si aceptaban cambiarla», indicó Córdoba. «La fecha del 26 se mantiene. Las FARC no han aceptado por el momento cambiarla por el 30 de marzo», insistió.

El Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR), que se encarga de buscar los prisioneros en helicóptero, había anunciado que la liberación tendría lugar el próximo viernes, con una segunda fase el 1 de abril, un retraso debido a razones de logística.

Insisten en el 30

Los gobiernos de Colombia y de Brasil y el Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR) insistieron en que el próximo 30 de marzo debe ser la fecha del comienzo de las misiones que deben recoger a los uniformados. «Seguimos trabajando, por supuesto, con la fecha del 30 de marzo, de acuerdo con el cronograma que se ha establecido», declaró el viceministro de Defensa, Jorge Enrique Bedoya, al término de un nuevo encuentro de trabajo en la sede del CICR en Bogotá. En la reunión participaron delegaciones encabezadas por Bedoya, representante del Gobierno colombiano en estas gestiones; el embajador de Brasil en Bogotá, Antonino Mena, y el jefe de la delegación del CICR en el país, Jordi Raich.

La organización que reúne a las familias de los militares y policías pidió al grupo rebelde colombiano que acepte el nuevo calendario.

Según el protocolo previsto para la liberación los rehenes serán entregados a un representante de Colombianos por la Paz a bordo de helicópteros suministrados al CICR por el Gobierno brasileño. Por su parte, el Ejército debe comprometerse a suspender sus operaciones en la zona en la que se producirá la liberación, una vez que las FARC comuniquen al CICR las coordenadas geográficas.

Las FARC confirmaron a comienzos de este mes su voluntad de liberar a los policías y militares secuestrados durante más doce años. La guerrilla aún mantiene más de un centenar de secuestrados, aunque ha renunciado a los secuestros como forma de financiación.