Las gradas del Ogeta se llenan para pedir el cierre inmediato de la central de Garoņa
N.G. | GASTEIZ
Las gradas del frontón Ogeta de Gasteiz se llenaron ayer en un acto convocado por Araba sin Garoña para visualizar la posición mayoritaria «si no unánime» de la sociedad alavesa por el cierre de la central de Garoña sin dilación, ante el peligro que supone mantener en activo la vetusta central nuclear burgalesa, próxima a Araba, para la que el Gobierno de Rajoy podría autorizar, además, una nueva prórroga hasta 2019.
En el acto se dio cuenta de las 228 adhesiones recogidas hasta ayer a la Declaración por el Cierre de la central, entre las que figuran todos los sindicatos, movimientos vecinales, la Asociación de Concejos de Araba, 50 profesores del campus alavés de la UPV-EHU y 121 comités de empresa del herrialde.
«A partir de hoy la sociedad alavesa ha expresado claramente su voluntad, ahora queda la interlocución con representantes políticos e institucionales para decirles que hay que pasar de las palabras a los hechos» y exigirles «que articulen los instrumentos necesarios» para responder a la voluntad mayoritaria, indicó a GARA Alberto Frías, portavoz de Araba sin Garoña.
«Este es el trabajo que comenzamos a partir de hoy», precisó, para agregar que «si la sociedad ha hecho sus deberes, los represententes políticos deberán hacer los suyos, en lugar de pasarse la pelota»
Contra la quema de residuos
Por otra parte, el rechazo popular al proyecto de incineración en la cementera de Olazti quedó patente en una manifestación que recorrió ayer las calles de Altsasu, contra la combustión de residuos en la cementera Pórtland Valderrivas, afincada en la vecina Olazti.
La movilización convocada por la plataforma 3Mugak Batera sostiene que «la incineración es la forma más insostenible y peligrosa de tratar los residuos, genera emisiones contaminantes y tóxicas que perjudican gravemente la salud pudiendo ocasionar asma, bronquitis, enfermedades pulmonares y cardiovasculares, así como cáncer». En un manifiesto denunciaron que estas emisiones incumplen compromisos y recomendaciones de instituciones europeas e internacionales como el Convenio de Estocolmo, la Organización Mundial de la Salud o la ONU y va en contra del manifiesto que más de 33.000 médicos y científicos presentaron en el Parlamento europeo, advirtiendo a los gobiernos del «grave e irreparable peligro» de la incineración para la salud de personas, animales, plantas, aire y agua.
La iniciativa popular, respaldada por colectivos ecologistas como Greenpeace, Ekologistak Martxan, Lurra o Gurelur y los sindicatos agroganaderos EHNE y UAGA, pide que se prohíba la incineración de residuos en la planta de Olazti y demanda a las instituciones que apuesten por alternativas a la gestión de los residuos basadas en la reducción, reutilización y reciclaje.
Alcaldes y alcaldesas de Bildu de municipios de Lautada han apoyado esta movilización y han pedido respeto a la voluntad de los vecinos de Olazti.