BERASALUZE-ALBISU 22

IRUJO-BARRIOLA 12

Xala-Laskurain tienen en sus manos la mecha que derribe la que, a priori, parecía la pareja más sólida de este campeonato. Una victoria del lapurtarra y el guipuzcoano no haría sino demoler un proyecto que Berasaluze y, sobre todo, Albisu dejaron en zona catastrófica ayer en Iruñea, al vencerles por 22-12. Solo la intervención de Bengoetxea VI-Apraiz, a quienes un único tanto en su enfrentamiento directo con Martínez de Irujo-Barriola dejó sin ninguna opción de entrar en semifinales, podría evitar el siniestro total.

Y es que, si algo dejó claro el partido de ayer en La Bombonera es que la fórmula del explosivo más efectivo no tiene por qué ser la suma de los dos elementos más potentes. La combinación del éxito -por incompatibilidades, caducidades o cualquier otro tipo de condicionante- es mucho más compleja y está claro que, hoy por hoy, hay mucha mayor química entre Berasaluze VIII-Albisu que entre Irujo y Barriola.

Y eso que a los de Aspe no se les puede negar trabajo y esfuerzo pero, como ellos mismos se han encargado de repetir en varias ocasiones, hay veces que la cosa no funciona, sin saber exactamente por qué. Y lo cierto es que ni Irujo avasalla ni Barriola manda como solían, y la apuesta de los técnicos de Aspe corre peligro de explotarles entre las manos.

Cincel y martillo

Por contra, sin la presión de tener que ganar, Berasaluze VIII-Albisu mostraron su mejor versión dejando constancia de que, bien empleados, un cincel y un martillo también pueden derribar las paredes más robustas.

Eso fue lo que, una vez arreglados los desajustes iniciales, hicieron el vizcaino y el guipuzcoano con los de Aspe. Mientras que esta tarde se dilucida cuál ha sido el petardazo de esta primera fase -tanto Irujo-Barriola como Xala-Laskurain están capacitados para ofrecer mucho más de lo que han dado hasta ahora-, sobre lo que no hay duda es de que Jon Ander Albisu es el mayor impacto positivo del presente campeonato. Y es que el ataundarra no solo soltó grandes derechazos con los que tuvo sometido a Barriola y dio opciones para que un inspiradísimo Berasaluze VIII apuntillara a sus rivales, sino que agobió a los favoritos con su defensa y unos voleones dominantes.

Los pelotazos que soltó en la parte final del partido, o las pelotas imposibles que llevó para desesperación de Irujo en el 19-12, no son más que el adelanto de lo que Albisu puede ofrecer a poco que adquiera oficio.

A quien parece que no le afectan los compañeros que le asignan es a Aimar Olaizola que, gracias a su fantástico estado de forma, logró el viernes terminar la primera fase con un pleno tras ganar, con Oier Mendizabal, 22-17 a Lasa y Peñagarikano.