El intento fallido de Montanier de contener con cinco defensas el caudal ofensivo del Real Madrid volvió a demostrar lo que la realidad le ha trasmitido a lo largo de toda la temporada. Cuantos más defensas utiliza peor defiende su equipo y con mas atacantes ataca peor.

Seguramente la Real habría perdido en el Bernabéu aunque hubiera jugado con su esquema habitual, porque la diferencia de calidad con el Real Madrid es exagerada, pero es mejor perder siendo fiel a sí mismo. Montanier quiso repetir el mismo planteamiento que presentó ante el equipo blanco en la primera vuelta con el objetivo de llegar vivo hasta el final del partido como sucedió en Anoeta. Pero en aquel partido el Madrid no metió solo un gol por lo bien que defendió la Real, sino porque jugó a un 40% de su nivel ante la nula oposición que encontró en el primer tiempo.

Como entonces, Higuain adelantó al Real Madrid en los primeros minutos y la diferencia con respecto a la primera vuelta fue que ayer el equipo de Mourinho no levantó el pie del acelerador hasta que entre Benzema y Cristiano Ronaldo consiguieron la manita en 55 minutos. A partir de ahí los últimos 35 del partido sobraron y los dos equipos firmaron un pacto tácito de no agresión para acabar el trámite sin contratiempos.

Por eso lo único que se puede analizar del encuentro es lo que sucedió en sus primeros 55 minutos. Y la primera conclusión es la misma que se ha podido sacar cada vez que la Real ha jugad con cinco defensas, que defiende peor. En el fútbol moderno si nadie defiende con cinco es por algo. Eso demuestra que no es una fórmula adecuada y además los jugadores no están acostumbrados a jugar así y eso genera los desajustes y los errores que tuvo la zaga realista.

Jugó con cinco defensas y permitió al Real Madrid tener seis clarísimas ocasiones en los 40 minutos que necesitó para sentenciar el partido. No se puede jugar con cinco defensas y conceder espacios con tanta facilidad en las posiciones centrales como los que encontraron Cristiano Ronaldo y Benzema.

Las jugadas del segundo y el tercer gol, en las que entran con facilidad entre un muy desafortunado Cadamuro y Mikel González para sentenciar el partido dejaron en evidencia el planteamiento de Montanier. Porque, además de los tres goles, Bravo realizó una buena parada previa al primer gol de Higuain y Ronaldo tuvo dos remates a placer antes de marcar en el tercero.

Una esperanza que no cuajó

Solo el gol de Xabi Prieto dio una pequeña esperanza a la Real de poder entrar en el partido y con ese objetivo Montanier aprovechó la lesión muscular de Mikel González para recuperar su forma de jugar habitual, pero ya fue tarde. Dos goles de Benzema y Cristiano Ronaldo en los primeros minutos del segundo tiempo finiquitaron el partido.

Si en ese momento a la Real le hubieran dado la posibilidad de dar por terminado el encuentro la habría aceptado gustosa y ése es el dato más revelador de la triste noche que vivió el conjunto blanquiazul, que no planteó problemas nunca a un Real Madrid que llegaba rodeado de nerviosismo al partido y vivió su noche más tranquila.

Una cosa es perder en el Bernabéu con un resultado abultado, todos los equipos menos el Málaga y el Barcelona han encajado tres goles esta temporada en este campo, y otra encajar cinco en 55 minutos y permitir a Mourinho dar minutos a jugadores que apenas han jugado y descanso a Benzema y Ronaldo, que salieron ovacionados.

De esta manera la Real encajaba su quinta derrota consecutiva fuera y la tercera seguida, una racha que los blanquiazules deberán romper el próximo domingo ante el Rayo Vallecano para acabar la temporada sin sufrimiento y para trasmitir buenas sensaciones a su público. Esos son los objetivos que se puede marcar la Real hasta final de temporada con la esperanza de que hoy los resultados no acerquen la zona del descenso.

Y también hay otro elemento que es tan importante como los resultados y la clasificación final, y que va unido a las sensaciones que pueda trasmitir el equipo. Y es que la figura de Montanier no se deteriore. No es un técnico que, por unas razones u otras, haya calado en un sector de la afición y que haga cosas raras como la de ayer no le va a ayudar. Si algo le ha trasmitido su equipo a lo largo de toda la temporada es que solo funciona bien cuando pone en práctica su idea original con aquellos jugadores que ofrecen un mayor rendimiento. Y a este proyecto que lidera en el plano deportivo le conviene acabar bien la temporada en las nueve jornadas que quedan porque son las últimas sensaciones las que van a quedar a la afición realista desde mayo a setiembre.