La Inspección de Trabajo obliga a Sidenor a realizar en su planta de Basauri el mapa del amianto de todas las instalaciones de la empresa. LAB, tras un trabajo meticuloso, descubrió la existencia del mineral cancerígeno en la empresa siderúrgica, que esta negó en todo momento, y la Inspección de Trabajo le obligó al desamiantado en aquellos lugares donde apareció, aunque no incidió en el conjunto de la empresa.

LAB volvió a demandar a la misma, como así ha sido. Sin embargo, todavía esa instancia laboral no incluye la necesidad de la vigilancia de la salud a los trabajadores de la planta, y no solo a quince de ellos. La central sindical lamenta que no se quiera incluir a los empleados en la vigilancia específica de la salud para prevenir el riesgo.

En una nota informativa, LAB recordó que ya en junio de 2011 denunció la presencia de amianto en las instalaciones de la compañía, propiedad en estos momentos del grupo brasileño Gerdau, así como «la utilización durante décadas de materiales que lo contenían». En la denuncia ante la Inspección de Trabajo se constató «la dejación de la empresa respecto a sus obligaciones preventivas tanto en la identificación y gestión de materiales con amianto como en lo referido al seguimiento médico de las personas expuestas».

En primera instancia, según recuerda la central sindical, «la Inspección de Trabajo nos contestó de manera totalmente parcial, lo que conllevó que el pasado mes de diciembre nos concentráramos delante de su sede y continuáramos con la pelea para que se reconocieran todos los aspectos mencionados».

Tras la insistencia de LAB, la Inspección de Trabajo ha dado la razón a la denuncia sindical y obliga a la multinacional Gerdau a que «proceda a la clarificación y determinación con precisión de las partes o zonas en las que pueda estar presente el amianto en la fábrica mediante la inspección a fondo por parte de empresa especializada».

Desamiantado

También requiere un plan de desamiantado, para que «se proceda, cuanto antes, a la retirada de los materiales en las zonas donde ya se ha detectado la presencia de amianto y que son vulnerables a los daños futuros conforme a la normativa aplicable y el plan de trabajo correspondiente».

LAB asegura que «si bien este requerimiento lo consideramos positivo, ya que Sidenor de manera sistemática ha negado la presencia de amianto en sus instalaciones, creemos que todavía queda por aclarar un punto importante como es el relativo al reconocimiento de las personas que han estado en contacto con este material en el pasado o lo estén actualmente, y la inclusión de las mismas en un listado de expuestos de cara a la realización de la pertinente vigilancia de la salud específica con fines preventivos».

Ese paso es necesario, porque en 2011 solo se les ha realizado la vigilancia de la salud especifica a quince trabajadores, «cuando desgraciadamente deben ser muchos más las trabajadoras y trabajadores de plantilla y subcontratas que estuvieron en contacto con dicho mineral».

La central sindical que lidera Ainhoa Etxaide remarca que «ha sido el trabajo sindical el que ha sacado a la luz la presencia de amianto en parte de las instalaciones de la empresa y en algunos de los productos almacenados, no el cumplimiento de la empresa de sus obligaciones preventivas». LAB acusa a Sidenor de «haber mentido» y prueba de ello «es la resolución de la Inspección de Trabajo».

En este sentido, la central sindical recuerda a los trabajadores que «para sacar a la luz lo que las empresas quieren esconder debajo de la alfombra, solo tenemos el camino de la lucha» y mantiene que «seguiremos trabajando para que se incluya a todas las personas de plantilla y subcontratas que han estado expuestas en el listado de la vigilancia de la salud específica. El camino es largo, duro y lleno de obstáculos pero la recompensa merece la pena».