El resultado de la autopsia que confirmó que la lesión que provocó la muerte de Iñigo Cabacas fue consecuencia de un pelotazo de la Ertzaintza devolvía el caso a las portadas de la prensa vasca y a algunas de la española. En otros diarios, como «Abc», desaparecía hasta de las páginas deportivas.

Su hermano de Vocento «El Correo», sin embargo, abría la edición de ayer titulando «Un pelotazo cercano mató a Iñigo en una noche con 50 disparos de la Ertzaintza», y ofrecía, también en primera página, el testimonio de una vecina que presenció la carga policial: «Podían haber sido veinte», y en páginas interiores la misma testigo daba a conocer su impresión: «Parece que como ahí está la `herriko taberna' la Ertzaintza se concede más licencias. Sin embargo, a esa plaza también va gente de todo tipo. También ellos tienen que cambiar el `chip'».

En el mismo diario, José Luis Zubizarreta pedía a todos reflexionar, lo cual está muy bien, y no precipitarse: «Hasta que ésta [la investigación] se produzca y presente sus resultados, sobran reacciones que, además de ser precipitadas, se descalifican a sí mismas por el cinismo que revelan y el interés partidario que encierran». Y seguidamente arremetía contra la izquierda abertzale: «Mejor haría esa izquierda abertzale, aún no del todo reconvertida a la democracia, si reflexionara sobre la responsabilidad que ella tiene adquirida en la difusión de esa cultura del tumulto callejero y del acoso al policía que no es del todo ajena a lo que el jueves ocurrió en los aledaños de San Mamés». Vaya, vaya, así que de algún modo es comprensible la actuación de la Ertzaintza, y la responsabilidad es de la izquierda abertzale. Zubizarreta, entre tanto, continúa sellando carnés de demócrata.

«El Mundo», por su parte, se refería a la muerte de Cabacas en un punto editorial e insistía con que lo ocurrido hace ocho días en Indautxu son «los incidentes que tuvieron lugar el pasado jueves frente a una herriko taberna». Después decía que la autopsia descarta versión policial y pedía la depuración de «todas las responsabilidades que sean pertinentes», por una razón: «De que el Gobierno vasco asuma todas las consecuencias de esa investigación puede depender que este trágico acontecimiento no se convierta en bandera de la izquierda abertzale para provocar una escalada de disturbios». Una escalada de sandeces le llevan a sugerir que si no fuera por eso, no sería necesaria esa asunción de responsabilidades.