Los nueve trabajadores atrapados durante seis días en una mina informal en el sur de Perú fueron rescatados ayer vivos, después de permanecer 200 metros bajo tierra recibiendo oxígeno y alimentos licuados a través de una sonda de una pulgada. Los mineros fueron recibidos por el presidente Ollanta Humala, que viajó a la zona el martes a la espera de la liberación de los trabajadores.

«Tarea cumplida, misión cumplida, creo que la mejor medicina es que se encuentren con la familia», dijo Humala a los periodistas tras ondear una bandera peruana entre aplausos de los presentes.

«Todos están bien, obviamente están deshidratados, un poco mareados, tienen que acostumbrarse todavía a la luz del día por eso están con lentes oscuros (...) ha sido un orgullo para ellos salir caminando», detalló.

El derrumbe en la mina Cabeza de Negro se produjo cuando los obreros estaban dentro del túnel horizontal del yacimiento sin cumplir las normas de seguridad y de manera informal, como lo hacen muchas pequeñas minas en Perú, el segundo mayor productor mundial de cobre, zinc y plata.