Beñat Intxausti logró su primera prueba por etapas ayer en la Vuelta a Asturias al aprovechar el gran trabajo de Movistar y la caída que obligó a abandonar a su gran rival, Ion Izagirre, que en principio no le impedirá correr desde el sábado el Giro. Distanciaron al resto del Euskaltel y al líder Alejandro Marque en la penultima subida de El Violeo y en la final del Naranco descolgó a De la Cruz y permitió a Di Gregorio ganar la etapa.

Intxausti, que no había competido desde la Tirreno y demostró en Asturias que llega al Giro con un buen momento de forma, dedicó su victoria a Xavi Tondo, con el que compartió los últimos instantes de su vida.

«Creo que ya me lo merecía después de tantas intentonas y tantas desgracias. A mí mismo me estaba exigiendo ya ganar algo importante y ha sido el día. Lo necesitaba, por mí para volver a ganar, y por poder dedicárselo a Xavi, es algo que he deseado durante mucho tiempo. He entrado en meta muy emocionado, acordándome de él y, evidentemente, esta victoria va en su honor. Y para mi abuelo, que falleció el año pasado y era mi primer fan. También para el equipo, que me ha apoyado en los momentos malos y ha sabido animarme y sacarme de ese bache. Asturias es talismán para mí, aquí he conseguido mis dos victorias y por recorrido, fechas y climatología es una carrera que siempre me ha gustado».

Añadía que «sabíamos que la clave era El Violeo. El abandono de Izagirre nos ha dejado a Marque como rival y al empezar el puerto Moreno y David López se han puesto a tope y hemos visto que se descolgaba. Nos hemos quedado Moncoutié, Di Gregorio, De la Cruz, David y yo, con Txurruka, que ha entrado en la bajada. En el Naranco sabía que el único que me podía ganar era De la Cruz por las bonificaciones y por eso arranqué. He estado 20 días en Navacerrada y venía con dudas y más con la idea de afinar de cara al Giro que de disputar. Pero el primer día me encontré muy bien y esto me da un impulso moral para el Giro».