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El Giro comienza con una crono en Dinamarca

Hasta que los Dolomitas os separen

La primera grande del año arranca con un recorrido que deja toda la emoción de la carrera para las tres etapas dolomíticas de la última semana. Intxausti y Nieve disputarán la general con escaladores como Scarponi, Basso, Rodríguez, Frank Schleck, Rujano, Urán y Gadret.

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Joseba ITURRIA

El Giro de Italia comienza hoy en la localidad danesa de Herning con una contrarreloj individual de 8,7 kilómetros -el primer corredor saldrá a las 15.40 y el último llegará a las 19.30- y un recorrido menos duro que el de la edición anterior en el que la dureza está concentrada en las tres grandes etapas dolomíticas de la última semana previas a la única crono que puede marcar diferencias el último día en Milán sobre 30 kilómetros.

Los organizadores del Giro han entendido que debían frenar su tendencia a dar una vuelta de tuerca más cada año a la carrera. La última edición resultó especialmente dura y cuando hay tanta dureza la emoción es menor porque el más fuerte, como hizo Alberto Contador, lo demuestra de principio a fin.

Por ello el Giro ha buscado este año mantener el interés por la victoria de la prueba hasta los últimos cinco días. Antes solo habrá un final en alto en un puerto de Primera, el Cervinia, en la decimocuarta etapa, pero que tampoco está llamado a marcar grandes diferencias porque su desnivel medio es del 5,5% en 27 kilómetros de subida. Pero sí serán suficientes para marcar las primeras diferencias entre los favoritos y seleccionar el grupo de elegidos.

Seis finales en alto

Será el tercero de los seis finales en alto que presenta la carrera, pero el segundo será en un puerto de Cuarta en la décima etapa y los otros dos en subidas de Segunda en la séptima y en la decimoquinta.

Las etapas más propicias para marcar diferencias serán las tres últimas, con las dos llegadas en alto en los Dolomitas y la crono de Milán. Especialmente dura será la penúltima jornada que llevará a los corredores desde Caldes Val di Sole hasta la meta situada en el Stelvio a 2.757 metros de altitud tras 22,4 kilómetros de subida al 6,9% de pendiente media y un desnivel total de 1.548. La dureza de esta etapa no está solo en la meta.

Serán 219 kilómetros en los que además se sube el Tonale, 15,1 kilómetros al 6,1%, y especialmente, el terrible Mortirolo, con 11,4 kilómetros al 10,5%. Solo en las cinco cimas puntuables de la jornada se acumulan 4.628 metros de desnivel que se acusarán más porque el día anterior se habrá disputado otra etapa de gran dureza entre Treviso y el Alpe di Pampeago.

Serán 198 kilómetros y en los últimos 75 se coronan tres puertos de Primera y uno de Segunda. Entre los cuatro puertos acumulan 3.830 metros de desnivel. La llegada del Alpe di Pampeago presenta ocho kilómetros a casi el 10% de desnivel medio.

La dureza de estas dos etapas restan relevancia a la también exigente primera jornada dolomítica, que presenta dos puertos de Primera, Duran y Giau, situado a dieciocho kilómetros de la meta, y dos de Segunda, Valparola y Forcella Staulanza, que tendrían una categoría mayor en cualquier otra carrera. Solo entre esas cuatro subidas acumulan 3.541 metros de desnivel.

Es tal la dureza de estas tres etapas que la clave del Giro estará en saber que corredores han acertado en la preparación para llegar frescos y alcanzar su mejor nivel en los últimos cinco días de la carrera. Porque hasta entonces no se espera que se decida la maglia rosa.

La crono de hoy será la única individual hasta la de Milán y 8.700 metros no son suficientes para marcar diferencias. Más importante será la crono por equipos de 33 kilómetros de Verona, la primera etapa que se disputará en Italia después de las tres de Dinamarca. En el país escandinavo la presencia del viento aumentará la tensión, aunque los equipos de los sprinters intentarán controlarlas para que se llegue al sprint.

El Giro presenta siete etapas llanas propicias para llegadas masivas e intentarán aprovecharlas equipos como el Sky, que presenta como líder claro a Cavendish. El campeón del mundo no tendrá en el Tour tanto apoyo porque los ingleses presentarán un equipo pensado en ganar la general con Wiggins.

El nombre de Mark Cavendish destaca en la nómina de velocistas que tomarán la salida en el Giro junto a los de Farrar, Goss, Hushovd, Chicchi, Renshaw, Brown, Bos, Bennati, Modolo, Haedo, Hunter, Démare, Ferrari, Ventoso o Romain Feillu.

Tomarán la salida hoy 198 corredores de 22 equipos, los dieciocho del World Tour y los cuatro profesionales continentales invitados: Androni Venezuela, Vini Farnese, Colnago y el Team NetApp alemán, una elección sorprendente que dejó fuera de la carrera al Aqua&Sapone italiano, que podía presentar en la salida a dos ganadores de la prueba como Garzelli y Di Luca.

Scarponi y Basso

Sí estarán en la salida los dos últimos vencedores del Giro: Michele Scarponi e Ivan Basso, que tendrán todo el apoyo de sus equipos. Lampre y Liquigas han renunciado a los sprinters como Petacchi, Sagan o Viviani para presentar a los corredores más indicados para intentar arropar a sus líderes en la montaña.

Junto a ellos tomará la salida otro italiano ganador del Giro como Cunego, que demostró en el último Tour que vuelve a pasar la alta montaña con los mejores. Pero Lampre ha dejado claro que Scarponi será su líder y que Cunego tendrá libertad para hacer su carrera. De todos los corredores importantes que toman la salida hoy es el que más ha corrido y sería sorprendente verlo en los primeros puestos de la general final.

Junto a los italianos, el catalán Joaquim Rodríguez parte como uno de los principales favoritos porque apenas hay 38 kilómetros de contrarreloj individual y en los Dolomitas puede marcar diferencias si los esfuerzos que ha realizado hasta ahora en la Euskal Herriko Itzulia y en las clásicas ardenesas no le impiden llegar fresco al final.

Dos corredores que estuvieron con los mejores el año pasado como Rujano y Gadret aspiran a pelear por el podio junto a Romain Kreuziger y la mayor incógnita estriba en conocer la forma y la mentalidad con la que afrontará la carrera Frank Schleck. El luxemburgués se estrena en Italia y fue llamado a última hora para cubrir la baja de Jakob Fuglsang, el danés que iba a liderar al equipo.

El equipo estadounidense necesita resultados para salvar su mal inicio de año y el mayor de los Schleck parece que se ha tomado bien la llamada de última hora. En el Tour Bruyneel quiere apostar por su hermano Andy como único líder y Frank tiene en el Giro la oportunidad de ganar su primera grande.

Dos vascos para la general

Junto a ellos, hay otros corredores que pueden estar en la disputa de las diez primeras posiciones como Pozzovivo, Casar, Dupont o Urán y la sorpresa que siempre ofrece el Giro. También quieren pelear por una plaza en el Top 10 y por una victoria de etapa en montaña dos vascos, Beñat Intxausti y Mikel Nieve.

El de Movistar llega con la moral alta después de ganar la Vuelta a Asturias en su última prueba de preparación antes del Giro y parte como líder del equipo navarro en la primera ocasión en la que va a disputar la general de una grande.

Más acostumbrado está Mikel Nieve, que tendrá que superar el hándicap que representó su caída en la Volta para confirmar la regularidad y su resistencia. Ha finalizado entre los once primeros las últimas tres grandes que ha disputado y en dos de ellas con victorias en etapas de especial dureza. Ese será el objetivo del leitzarra, que antepone ganar una de las etapas de montaña a un puesto de la general.

Junto a ellos Juanma Garate vuelve a la carrera en la que mejor nivel dio en sus primeros años como profesional después de varias temporadas en las que su calendario se centraba en Tour y Vuelta. Rabobank, que colocó a Kruijswijk entre los diez primeros de la general en la última edición, ha apostado por llevar a sus tres líderes holandeses a la ronda francesa y al irundarra, más que pelear por la general, le tocará dar presencia a su equipo en las etapas de montaña y buscar una etapa.

Ese será también el objetivo de los otro siete vascos que disputarán el Giro: Amets Txurruka, Iban Velasco, Juanjo Oroz, Ion Izagirre, Pierre Cazaux, Miguel Mínguez y Adrián Sáez de Arregi, que querrán que se vean los maillots naranjas en Italia.

Txente debuta en el Giro y como director de Movistar

Txente García Acosta debutará hoy en el Giro como director de Movistar de manera sorprendente porque en el comunicado de prensa en el que el equipo anunció su expedición para la prueba italiana solo figuraban José Luis Arrieta y José Luis Jaimerena como directores. De hecho, Txente García tomó el avión ayer en Bilbo y no fue con el resto de la expedición el miércoles y hoy se sentará por vez primera en un coche como director en una prueba que no llegó a disputar como corredor.

«Estoy muy ilusionado -explicó Txente antes de viajar a Dinamarca-. Tenía ganas de volver al mundillo y de hacerlo de un modo diferente al que he estado durante toda mi carrera. La verdad es que este período de descanso me ha venido fenomenal para desconectar y disfrutar de la familia. Para hacer cosas que antes no podía y recuperar energías. No es que echara de menos el ciclismo, porque he estado muy a gusto estos meses, pero sí que cuando empiezan las carreras echas en falta el ambiente, el contacto con los compañeros».

Cuando se le planteaba la curiosidad que representa debutar como director en una carrera en la que no llegó a participar -corrió 15 Vueltas y 12 Tours-, decía que «la verdad es que es una anécdota, sí. No he estado nunca en la carrera, pero supongo que no será muy distinta a las otras. Me apetece mucho descubrir los Dolomitas, por ejemplo, de los que tanto me han hablado. Voy a compartir coche con Jaimerena y Arrieta y ese es otro aliciente más. El primero ha sido mi director desde amateurs y con Arri ni sé las veces que he compartido habitación. A ver qué tal encajo. Desde luego que estoy muy ilusionado con esta oportunidad».

El manager general del equipo, Eusebio Unzue, también se muestra satisfecho por la presencia de Txente en la ronda italiana: «Es un hombre de la casa de toda la vida y cuenta con nuestra total confianza. Creemos que es bueno que conozca el ciclismo desde otra perspectiva, que nada tiene que ver con la bicicleta, y esa es la razón por la que viene con nosotros al Giro. Su experiencia seguro que resulta importante para nuestros corredores y el resto del staff. Queremos que descubra ese resto de facetas que rodean al ciclismo y ya habrá tiempo de valorar después qué hacer en el futuro».

Sobre las perspectivas del equipo navarro en el Giro, Unzue comentaba que «creo que llegamos con un bloque muy competitivo. Es cierto que no contamos con un jefe de filas claro, con un hombre que en principio sea favorito para el podio, pero sí con gente con calidad y en forma como Intxausti o Pardilla, que si están bien pueden estar arriba. Creo que ha llegado su hora y que están preparados para luchar por la general. La victoria de Beñat en Asturias tiene que disparar su autoestima y le permite confirmar que está en un gran estado de forma. Ventoso también estoy convencido que va a estar al nivel del año pasado y volverá a pelear por ganar en los sprints, lo mismo que Visconti ha demostrado que puede ganar en cualquier terreno. Y tenemos gente experta, como Lastras o Bruseghin, que ya saben lo que es ganar en el Giro». GARA

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