La Asociación SOS Bebés Robados Euskadi censuró ayer en Donostia el inmovilismo general de las instituciones públicas, y en particular el de Lakua, porque a pesar de las promesas que se les han hecho, 200 afectados, es decir, alrededor de un tercio, siguen sin poder acceder a los historiales de las clínicas privadas y también de algunas públicas, según detallaron Flor Díaz y Marian Zubia, presidenta y portavoz de la asociación, respectivamente.

En la comparecencia estuvieron acompañadas por el donostiarra Jesús Lizaso y la zumaiarra Merche Aizpurua, dos afectados por el presunto robo de bebés.

En el caso de Lizaso, desde la clínica El Pilar de la capital guipuzcoana donde su esposa dio a luz el día de Santo Tomás de 1972, solo le han facilitado el resumen del historial clínico de su mujer Juliana. «Me han dicho que si quiero lograr más información deberá ser a través de un juez», explicó Lizaso. A este respecto, Díaz recordó que se trata de una información a la que el paciente tiene todo el derecho a acceder.

La presidenta de la asociación señaló que las dificultades que se están dando en Gipuzkoa ocurren en menor medida en Bizkaia y en Araba. Además, recordaron que muchos centros cerraron en la década de los 80 y 90, por eso, Zubia animó a identificar a las personas que figuraban como gerentes o directores en el momento del cierre para, desde ahí, ir tirando poco a poco del hilo.

Contradicciones

Por otro lado, Díaz aseguró que tienen constancia de que a día de hoy existen legajos de aborto que en su día les negaron que hubiera. «Antes el documento tipo que daban a las familias en el Registro Civil decía que allí no se conservaban legajos de aborto posteriores ni anteriores al año 1975. No obstante -añadió-, en el documento que facilitan ahora a las familias pone que, consultados los legajos del año 1966, por ejemplo, no se ha encontrado el de tal y tal. Por lo tanto, esto quiere decir que sí hay legajos, o al menos eso es lo que dice el documento oficial».

Sos Bebés Robados ha remitido la nueva documentación a los responsables del Registro Civil, con los que esperan reunirse de nuevo en busca de explicaciones.