El líder del PNV, Iñigo Urkullu, presentó ayer en Bilbo el documento «Política Económica» en el que la formación trabaja con el objetivo de dar «un cambio de rumbo» a la actual situación de crisis económica. En un acto celebrado en Sabin Etxea, expuso los principales puntos de su plan contra la crisis, entre los que se encuentran la apuesta por la industria, la internacionalización de la economía vasca o el impulso a infraestructuras como el TAV.

El documento, elaborado de cara a las próximas elecciones, pretende establecer medidas concretas en el ámbito económico, ya que según criticó Urkullu, ni el PSE ni el PP, socios en el Gobierno de Lakua, tienen un programa sólido. Explicó que el documento no será confrontado con otros partidos porque es un texto de trabajo «propio del PNV» que busca apostar por la «marca Euskadi» y que llevará a cabo en las instituciones que Gobierne.

Así, el PNV propone un sistema que abogue por la internacionalización, cuestión que considera «ineludible». Plantea revitalizar el Plan estratégico de la Acción Exterior de Lakua para desarrollar «mecanismos institucionales de estímulo a la internacionalización». Asimimo, apuesta por incrementar el dimensionamiento de las empresas y el apoyo financiero a la creación de empresas.

Por otro lado, el partido liderado por Urkullu también apuesta por el desarrollo del TAV y planificar su plataforma de conexión con la actividad portuaria y aeroportuaria.

Sobre posibles iniciativas en el ámbito fiscal, Urkullu no concretó cuáles serán y se limitó a indicar que su partido tiene voluntad de acuerdo en política fiscal e insistió en la necesidad de actuar de forma «coordinada».

Autogobierno

Urkullu defendió que el objetivo de su partido es reactivar la economía haciendo uso de «todas las herramientas del autogobierno». Asimismo, consideró que las medidas que emprende el Estado deben tener «un contraste y cuestionamiento en Euskadi» por tratarse de «entornos económicos diferentes».

Sobre las medidas que el Gobierno de Mariano Rajoy está imponiendo, opinó que la situación es «tan grave» que un Ejecutivo de otro color político se hubiera visto obligado a tener que tomar medidas en el mismo sentido.