NUEVO TIEMPO EN EUSKAL HERRIA
Los verificadores revelan que ETA está dispuesta a hablar de desarme
La Comisión Internacional de Verificación (CIV) ha mantenido contactos directos en los que ETA les ha comunicado su deseo de abrir un diálogo con los gobiernos de España y Francia para pasar de un escenario de verificación a otro de soluciones definitivas. La CIV observa avances tras hablar con partidos vascos, pero Madrid insiste en que no necesita verificadores
Iñaki IRIONDO | BILBO
La Comisión Internacional de Verificación ha informado al Gobierno de Lakua, partidos, sindicatos y patronal de que ETA les ha trasmitido directamente su compromiso con el cese de la lucha armada y su disposición a abrir un diálogo ordenado y monitorizado con los gobiernos español y francés para alcanzar «un escenario de soluciones definitivas». Al mismo tiempo, en las conversaciones mantenidas con los agentes vascos, la CIV ha constatado que «ETA continúa respetando sus compromisos con el fin de la violencia».
Según explicó ayer Ram Manikkalingam, director del Dialogue Advisory Group, a un grupo de periodistas, ETA les informó de su disposición en un encuentro directo mantenido con la Comisión de Verificación. Cuando les preguntaron qué entendían por «solución definitiva», se refirieron a abordar con los gobiernos las cuestiones del desarme, el desmantelamiento de sus estructuras militares, los presos y la desmilitarización de Euskal Herria.
Además, ETA reiteró su compromiso irreversible con el fin de la lucha armada. Los miembros de la Comisión Internacional de Verificación han confirmado ese cese de acciones tanto con empresarios como con el Departamento de Interior.
Ram Manikkalingam -que dirige los trabajos de la Comisión- y el exvicejefe del Estado Mayor de las Fuerzas Armadas de la India Satish Nambiar -integrante de la misma- consideran que hay que poner en valor que ETA lleve ya 18 meses cumpliendo su compromiso de alto el fuego, puesto que es algo que no se hace solo con una declaración sino que «cada día ellos están haciendo un esfuerzo» para avanzar en ese camino.
Todas las fuentes consultadas por la CIV aclaran que las acciones que está desarrollando ETA, como la falsificación de documentos o el robo de coches, se circunscriben a su mantenimiento como organización clandestina, pero no afectan a su compromiso de poner fin a la violencia. Tampoco son atribuibles a ETA ni guardan relación con ella los casos de kale borroka que han podido darse.
No usarán sus armas
En su anterior visita de enero, la CIV anunciaba que había comunicado a ETA que «la posesión continuada de armas y explosivos, especialmente llevar armas personales, puede dar lugar a situaciones potencialmente peligrosas».
Preguntado al respecto, Manikkalingam respondió que en uno de los contactos directos ETA les había comunicado que sus militantes «seguirán llevando armas personales, pero que no las utilizarán ni para evitar posibles detenciones ni en acciones ofensivas. Solo si su integridad física está amenazada». Explicó que, de hecho, los tres miembros de la organización detenidos en el Estado francés llevaban pistolas y no las utilizaron para evitar la detención.
En cualquier caso, la Comisión asegura que esta respuesta «no nos satisface y seguiremos insistiendo para que no lleven armas».
Motivos para el optimismo
En opinión de los integrantes de la CIV, desde su anterior visita e informe de enero se han dado pasos positivos y que dan motivos para mantener el optimismo. El primero de ellos, la evidencia de que ETA quiere avanzar en sus compromisos.
Ram Manikkalingam citó también que el Gobierno español ha dado «un paso importante» y «en la dirección adecuada» con su propuesta para los presos, que esperan tenga continuidad con nuevos movimientos.
Confían en las expectativas de legalización de Sortu, que «sería muy importante para que se pueda dar un proceso de diálogo político más normalizado». También valoraron la creación del Comisionado para la Memoria y la Convivencia. Definieron a Jesús Loza como un «hombre decente y honrado» que hará un esfuerzo para crear un espacio para que todos los partidos políticos puedan hacer aportaciones para buscar un consenso.
La Comisión Internacional de Verificación mantuvo el jueves reuniones bilaterales con PNV, PSE, izquierda abertzale, ELA, LAB, CCOO, UGT, Confebask y con el obispo emérito Juan María Uriarte. Ayer tuvieron una cita conjunta con estos y más agentes.
También se reunieron con Rodolfo Ares y Jesús Loza como representantes del Gobierno de Lakua. Es la primera vez que un encuentro así se hace público, pero desde la CIV explicaron que siempre ha habido una línea abierta con el Ejecutivo de López y voluntad de colaboración y de facilitar los trabajos.
La Comisión Internacional de Verificación abordó también la cuestión de la exigencia de disolución a ETA. Observa dos posiciones: la que reclama la disolución antes hablar de presos y desarme, y la que considera que hay que hablar de los presos y el desarme antes de la disolución. Ram Manikkalingam explicó que «no es un campo que nos competa directamente, pero vistas situaciones parecidas en otros paises, para superar esta fase del debate es útil cierta flexibilidad y que se produzcan contactos».
Preguntado por GARA sobre en qué debería traducirse esa flexibilidad, respondió que «en ambos lados, los agentes pueden utilizar otro lenguaje». También insistió en que «unos contactos en este momento serían oportunos».
La Comisión Internacional de Verificación sostiene que su objetivo es el desarme y el desmantelamiento de la estructura militar de ETA. Y añade que la propia ETA ha mostrado su disposición de llegar al final y dejar de existir como organización armada. Por lo tanto, el debate sobre la disolución de ETA aparece como algo artificial cuando el objetivo común es que deje de existir como organización militar.
Sin embargo, la respuesta del Ministerio del Interior español no fue por esos derroteros. Pasadas las siete de la tarde, remitió una nota a los medios en la que asegura que «el Gobierno no necesita de verificadores internacionales para comprobar si ETA se disuelve». A esto añadió que «con la Guardia Civil y la Policía se ha derrotado a ETA y con ellas es suficiente para verificar una eventual disolución de la organización terrorista».
La Comisión Internacional de Verificación no mantiene ningún tipo de contacto, ni directo ni indirecto, con el Gobierno español, según señaló Manikkalingam. Comprende además que es un ejecutivo que todavía lleva poco tiempo y, por lo aprendido en otros procesos, en estos casos «la paciencia es una virtud».
Tampoco tiene contacto con el PP vasco, aunque lo han intentado.
En próximas fechas tratarán de abrir una línea de relación con el Gobierno francés, «sea quien sea» quien gane las elecciones de mañana.
La CIV quiso agradecer la ayuda y cooperación de todos los agentes que han participado estos días en el desarrollo de su trabajo y los numerosos mensajes que han recibido, destacando el apoyo de la sociedad vasca a su labor.
En una nota de prensa hecha también pública ayer, detalló que para continuar con los avances que se están dando «anima a que todos los agentes políticos y sociales de la sociedad vasca y todos los otros actores relevantes mantengan un diálogo fluido».
Para concluir, apunta también que «la CIV desea seguir ampliando las relaciones de trabajo positivas ya establecidas en el País Vasco. La Comisión -se dice en el escrito- continuará trabajando con determinación e imparcialidad con el objetivo de contribuir a esta oportunidad histórica de una paz duradera en el País Vasco». I. IRIONDO