El responsable de LAB en Nafarroa, Igor Arroyo, calificó la redada del jueves contra huelguistas y sindicalistas como una «operación político-policial de UPN y PP». Tras las cinco últimas detenciones, el herrialde se ha convertido en el punto del Estado donde más se ha perseguido a los huelguistas, con 35 arrestos por delitos contra lo derechos de los trabajadores, desórdenes públicos, daños y, en esta última detención, un delito de atentado contra la autoridad. Arroyo interpreta este nivel represivo como una campaña del PP para utilizar Nafarroa «como laboratorio de pruebas de la respuesta represiva de la protesta social». No obstante, estas estrategia de criminalización de la protesta social no es nueva a los ojos del sindicato, ya que recuerda mucho «a la forma de actuar franquista». Para LAB, los 35 detenidos hasta la fecha son «cabezas de turco».

Arroyo realizó estas declaraciones antes de acudir a la sede de la Delegación del Gobierno, donde, una vez más, la delegada Carmen Alba se negó a reunirse con los responsables del sindicato, ni con la representación política que estuvo encabezada por el congresista de Amaiur Sabino Cuadra. «UPN y PP saben que gobiernan en contra de la voluntad de los navarros y que la respuesta a la huelga fue muy fuerte. Recurren a la Policía porque no tienen argumentos», aseguró el responsable de LAB. Algo más de medio centenar de simpatizantes acudieron a la Plaza Merindades a respaldar la movilización, la segunda en dos días contra las detenciones, ya que el jueves se celebró otra concentración frente a la comisaría de la Policía española.

Detención significativa

Arroyo quiso remarcar la detención de Saúl Arangibel como una de las actuaciones policiales más sangrantes. Arangibel era responsable de seguridad de LAB el día de la huelga. «El cometido de Saúl es que no hubiera ningún tipo de problema en los piquetes y, varios días antes, se reunió con Roberto Jiménez en el Parlamento de Nafarroa para hablar sobre el tema de la seguridad. Estuvo en todo momento controlando los piquetes y los policías conocen perfectamente cuál fue su actitud», aseguró Arroyo.

En concreto, Arangibel está encausado por lo acontecido en torno a El Corte Inglés, donde la Policía cargó en repetidas ocasiones, sobre todo, por la tarde. Otros dos detenidos del jueves están encausados por los mismos hechos. El cuarto arrestado está relacionado con los incidentes en el restaurante Chez Belagua, pero no se le imputan daños en el interior del local. En cuanto al quinto detenido, la acusación es más grave. La policía le acusa de lanzar una botella que impactó contra el hombro de un agente. Aun así, no existe parte de lesiones. La Policía dice, además, que les lanzó «cortezas de árbol», según ha podido saber este periódico.

Amaiur muestra su solidaridad

El congresista Sabino Cuadra se solidarizó con los 35 detenidos y vinculó las operaciones policiales a la reforma laboral, que ha llevado a la clase obrera a una «insostenible» situación. «El PP usa la Policía como un aviso a navegantes para que las medidas aprobadas y las que quedan por aprobar cuenten con la mínima contestación posible», aseguró Cuadra. Frente a esta estrategia, Amaiur sostiene «que hay que combatir contra estos ataques por la vía que se vislumbró en la huelga general. Protestas masivas y unitarias contra los abusos».