ATHLETIC 3

BARCELONA 1

Athletic y Barcelona demostraron por qué son los dos mejores equipos de la Liga. Ambos protagonizaron un partidazo en el que no faltó de nada. Intensidad, golazos, grandes paradas, emoción... Y victoria rojiblanca.

En realidad, dejando al margen los colores de cada uno, el resultado fue lo de menos. Porque Lezama acogió un espectáculo de primera. Fútbol de categoría, con todos los ingredientes para que los aficionados, más de uno, que se acercaron por primera vez, o siguieron el encuentro por televisión, tengan ganas de repetir. Si además, llevan la camiseta del Athletic, qué decir. Porque el equipo de Juan Luis Fuentes consiguió exactamente lo que buscaba. Es decir, una victoria con más de un gol de diferencia, que reduce la desventaja con el líder a tres puntos y deja el golaverage particular de su lado tras el 1-0 de la primera vuelta.

No está todo hecho, obviamente. Falta firmar el pleno y, lo que ahora mismo parece más complicado, que el Barcelona pinche en alguna de las tres jornadas que quedan por delante -la próxima, con su derbi ante el Espanyol, parece la más propicia-, pero las bilbainas, al menos, ya han hecho todo lo que tenían en su mano.

Que no fue otra cosa que jugar el partido del año. Con un arranque que superó los mejores pronósticos. A los dos minutos de juego, el Athletic ya se había adelantado en el marcador, gracias a un claro penalti sobre Irune Murua que transformó Guru. Lejos de relajarse, las futbolistas de Fuentes siguieron a rajatabla la consigna. En un alarde de solidaridad, buscaron sin descanso la portería de Sarasola y apretaron al milímetro a un Barcelona desconcertado, incapaz de mover el balón como acostumbra. Pero la calidad ofrece alternativas. Como la de Miriam que, ante las dificultades del colectivo, apostó por lo personal. Con un zapatazo desde la frontal que se colaba por la escuadra y, durante algunos minutos, amagaba con noquear a su anfitrión.

Pero el técnico rojiblanco lo había recalcado la víspera. «Somos cien por cien Athletic». Es decir, un equipo que no se rinde. Un equipo que tardó muy poco en levantarse de la lona y soltar otro gancho. Con centro de Guru que remató Nekane para convertir el 2-1.

Trepidante

Ni Athletic ni Barcelona acababan de estar conformes con el resultado. Las primeras necesitaban otro gol, conscientes de que un doble traspié del líder en esta recta final de la temporada es pedir demasiado; las culés porque querían, si no asegurar el título, no forzarse al menos a tener que ganarlo todo, derbi barcelonés incluido. El resultado fue un segundo tiempo trepidante, que probablemente no satisfizo del todo a los entrenadores, por el descontrol que lo caracterizó durante bastantes fases, pero que, convertido en un partido de ida y vuelta, mantuvo a los espectadores con el corazón en un puño.

Apareció Sonia, inédita hasta entonces. No amplió su interminable lista de goles, pero ofreció un par de delicatessen y algún susto. Aparecieron los calambres, prueba inequívoca del esfuerzo descomunal que realizaron las jugadoras. Apareció Sarasola, con un par de magníficas intervenciones, para evitar que entraran un cabezazo de Flaviano y un taconazo de Manu. Apareció Irene, para despejar sobre la misma línea de gol otro remate de Miriam. Incluso apareció el palo, para repeler un trallazo de Carol apenas un minuto antes de que se cumpliese el tiempo reglamentario.

Aparecieron los nervios, claro, porque el tiempo pasaba y la ventaja no aumentaba. Pero no apareció la renuncia. Las rojiblancas se dejaron hasta el último gramo de fuerza. Aún consumidas siguieron peleando. Y tuvieron premio. Probablemente no de la manera en que lo hubieran deseado, ciertamente cruel para la capitana culé, pero el gol de Ani en propia puerta, con el cronómetro por encima de los noventa, recompensó igualmente la entrega de un equipo que vuelve a soñar con el título de campeón.