Sarkozy apela a una sorpresa que evitará su anunciada derrota
Las últimas encuestas sobre intención de voto reflejaban ayer un ligero recorte en la distancia que separaba al candidato socialdemócrata, François Hollande, que mantenía entre cuatro y siete puntos de ventaja, del presidente candidato, Nicolas Sarkozy, quien quemó sus últimos cartuchos para evitar una derrota que casi todos dan por segura.
GARA | PARÍS
El último día de campaña presidencial francesa, François Hollande mantenía la ventaja en las encuestas sobre el actual mandatario, Nicolas Sarkozy, quien no se daba por vencido y apuraba hasta el último minuto para tratar de ganarse a los más de seis millones de electores que en la primera vuelta votaron al ultraderechista Frente Nacional que lidera Marine Le Pen. Mientras, Hollande se limitó a no cometer errores para evitar sorpresas de última hora.
En los últimos sondeos Hollande conservaba la delantera, con una ventaja máxima de siete puntos, aunque Sarkozy recortó distancias. La encuesta de Ifop/Fiducial para la revista «Paris Match» otorgaba a Hollande el 52% de los votos, frente al 48% de Sarkozy. Esos cuatro puntos suponen la menor distancia entre el candidato derechista respecto al socialdemócrata, aunque el sondeo se hizo antes del debate televisado del miércoles y del anuncio del centrista François Bayrou, antiguo aliado de Sarkozy, de que votará por Hollande.
El presidente candidato restó ayer importancia a que los sondeos le den como perdedor y se mostró convencido de que habrá «una gran igualdad» en la votación de mañana, cuyo resultado será «muy ajustado».
«Los sondeos no son los que cuentan, sino lo que van a decidir los franceses», declaró a la cadena France 3 Sarkozy, quien auguró «una gran sorpresa» e invocó repetidamente a la movilización de «la mayoría silencio- sa» al tiempo que volvía a apelar al voto de la extrema derecha.
También Hollande llamó a la movilización del electorado para que su victoria no sea «estrecha», aunque advirtió de que los problemas en el Estado francés no acabarán con la salida de su rival de El Elíseo.
Críticas a Bayrou
El anuncio de François Bayrou de que votará a Hollande, por el giro ultraderechista del candidato de la gobernante UMP, no ha sentado nada bien en la derecha, que le criticó duramente.
Sarkozy le acusó de «falta de coherencia», mientras su primer ministro, François Fillon, sentenciaba que la decisión de Bayrou es «incomprensible».
El líder de la UMP, Jean-François Copé, trató de restar importancia al anuncio de Bayrou al señalar que «es la opinión de una sola persona» motivada por el «rencor personal».
Sarkozy insistió en citar la situación de España como argumento decisivo para pedir el voto para su reelección a la vista de los augurios negativos de los sondeos. «Es muy simple, miren a España, ¿quieren la misma situación?», arguyó.