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El PP da por agotado el pacto con el PSE

El golpe del PP a López hace predecir elecciones en otoño

Abandonados oficialmente por Antonio Basagoiti, el lehendakari y su Ejecutivo pueden vadear los debates parlamentarios, pero carecen de apoyos para poder aprobar los próximos presupuestos

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Iñaki IRIONDO | GASTEIZ

El presidente del PP de la CAV, Antonio Basagoiti, dio ayer por «agotado» el pacto con el PSE y añadió que «cada día carece más de lógica» que Patxi López siga gobernando. A lo largo del día incluso se atrevió a aventurar que las elecciones «podrían ser en octubre». Dice querer hablar de ello con el lehendakari en una reunión, pero desde Ajuria Enea aseguran que el encuentro «no está previsto».

Lehendakaritza no duda de que con su declaración de ayer «Basagoiti ha anunciado que da por roto el Acuerdo de Bases por el Cambio en Euskadi suscrito en 2009». Así lo recogió en una nota. Según otras fuentes oficiales, el Gobierno ha acogido con «tranquilidad» las palabras del líder del PP y recuerdan que «no es Basagoiti, sino el lehendakari, quien tiene la facultad de convocar elecciones».

La barrera de los presupuestos

La pérdida del apoyo del PP deja al PSE gobernando con apenas 25 de los 75 parlamentarios de la Cámara autonómica. Con acuerdos puntuales, podría sacar adelante alguna de las leyes que están en tramitación y aquellas sobre las que existe una conjunción de intereses entre las grandes fuerzas.

Pero los presupuestos de 2013, que deben presentarse en octubre, negociarse en noviembre y aprobarse en diciembre, aparecen como una barrera infranqueable. Ni PP ni PNV le van a dar la posibilidad de sacarlos adelante. No solo por las diferencias de proyecto que puedan existir -siempre salvables en política-, sino porque después de las elecciones municipales y forales, y de las del Congreso, Patxi López no tiene nada que ofrecer a los jeltzales a cambio de su apoyo. Garantizar las cuentas de Bizkaia, donde el jelkide José Luis Bilbao está cerca de la mayoría absoluta, es poco precio para lo que al PSE le supondría poder aprobar los números de la CAV.

Dado que en la actual situación de crisis no parece razonable que un lehendakari que está lejos de poder ganar las próximas elecciones pretenda dejar en herencia a su sucesor un presupuesto prorrogado, todo apunta a que las elecciones se adelanten a otoño, una posibilidad que todos los partidos ya tenían en su agenda.

Cierre de filas del PP

El anuncio de ruptura del pacto realizado por Basagoiti en Punto Radio durante la mañana de ayer no dejó de ser sorpresivo, pese a las quejas que venía expresando públicamente el PP en contra del PSE. Hasta a Mariano Rajoy le cogió desprevenido. Sin embargo, una vez que se hizo público, todo el partido, tanto en la CAV como en el Estado, hizo una piña con la decisión y con los argumentos esgrimidos por Basagoiti.

El Gobierno de Lakua respondió con una breve nota en la que acusa al PP de hacer seguidismo de los recortes de Rajoy en lugar de defender el autogobierno. Añadía que el pacto, «en ninguno de sus apartados contemplaba el debilitamiento de nuestro autogobierno ni el desmontaje de los servicios fundamentales del Estado del Bienestar».

El lehendakari comparecerá hoy ante los medios, arropado por sus consejeros, en una cita que tenía ya prevista para dar cuenta de sus tres años de gobierno y que ahora adquiere una mayor significación.

Patxi López, en el marco de una entrevista deportiva ligada con la presencia del Athletic en la final de Bucarest, aseguró estar con «la misma ilusión por hacer cosas, por trabajar por tu país y por tu gente» que hace tres años. Lo que ahora está claro es que no podrá seguir en Lehendakaritza por mucho más tiempo.

El PP no quiere que el PSE busque votos desgastando a Rajoy por recortes y paz

«¿Rompemos el pacto?», era el envido con el que el lehendakari titulaba un artículo publicado en el grupo Vocento el domingo. No se refería al acuerdo con el PP sino al pacto del Estado de Bienestar, pero tenía su intencionalidad. El mismo día, Antonio Basagoiti aseguraba en una entrevista en «El Diario Vasco» que, pese a las públicas desavenencias, «lo normal sería terminar la legislatura». Pero horas después, no solo veía el envido de Patxi López, sino que lanzaba el órdago de dar por muerto el pacto. Asegura que no se lo pudo adelantar a Mariano Rajoy, que auguró en una emisora la continuidad del acuerdo mientras Basagoiti lo rompía en otra radio.

El PP venía mostrando su malestar con el Gobierno de Patxi López por entender que estaba utilizando la institución para atacar a Mariano Rajoy. Pese a todo, el salto de ayer resulta sorpresivo. La intención, todavía no consumada, de presentar recursos de inconstitucionalidad contra los recortes no parece suficiente detonante.

Basagoiti ha hablado también de diferencias en cómo afrontar el final de ETA, el trato a los verificadores y ciertas declaraciones sobre Arnaldo Otegi y Sortu. Es probable que el PP no quiera que un lehendakari del PSE se sume a la presión a Rajoy en esto.

Lo que está claro es que en la celebración del tercer aniversario del Gobierno, el PP ha decidido arrancar y acelerar su campaña electoral en la semana que concluirá con su congreso, la reelección de Basagoiti y un discurso solemne de Rajoy.

Entre tanto, el PSE confía en que su discurso de oposición a las prácticas del Gobierno español pueda permitirle una recolecta de votos de la izquierda que haga menor su caída. La maniobra de Basagoiti le recorta también tiempo para esa campaña basada en llevar la contraria a Rajoy y «la derecha».

Lo llamativo es que esta disputa entre socios de gobierno a lo que les lleve es a pelearse, según todas las encuestas, por el tercer y cuarto puesto del próximo parlamento. I.I.

reacción de aralar

Aralar afirmó ayer que el Gobierno de Patxi López «no tiene legitimidad ni capacidad para responder a las necesidades de la sociedad». Se felicitó de que el PP se sume a las fuerzas que piden elecciones anticipadas, aunque no comparte ni sus motivos ni su actuación hasta ahora.

El PNV pide que el lehendakari pase una cuestión de confianza

El presidente del EBB, Iñigo Urkullu, pidió ayer a Patxi López que se someta a una cuestión de confianza en el Parlamento de Gasteiz, para que se sepa «con cuántos de los 39 votos que le hicieron lehendakari cuenta hoy».

Urkullu aseguró que «lo que López debe clarificar es con qué apoyos cuenta hoy en el Parlamento Vasco. Y es el Parlamento quien ha de escuchar también al PP». A su entender, «Euskadi reclama una clarificación de la situación ante la gravedad de la crisis económica que padecemos y los retos de la normalización política que debemos afrontar. Si ya había debilidad antes, por la fragilidad del pacto, hoy la situación resulta insostenible. Y tres años después no vale apelar al PNV después de haberle despreciado».

En todo caso, el presidente del EBB aclaró que si el lehendakari no atiende a su petición, el PNV no presentará una moción de censura en un Parlamento que nació «incompleto», por la ausencia de la izquierda abertzale.

El PNV pide a PSE y PP, que llevaron a Patxi López a Ajuria Enea, que ahora «asuman sus responsabilidades». En opinión de Urkullu, «si ya había debilidad antes, por la fragilidad del propio pacto, hoy la situación resulta insostenible». Añadió que en la situación actual hacen falta «gobiernos fuertes», por lo que «sería una irresponsabilidad seguir adelante con un gobierno desnudo de ideas, estrategia y alianzas». GARA

EA lo veía venir

El secretario general de EA, Pello Urizar, afirmó ayer que la ruptura del pacto era previsible, porque «no había ningún proyecto político en el que pudiesen coincidir» PSE y PP, sino «un enemigo político común: el nacionalismo vasco». EA achaca el paso del PP a encuestas que le anuncian un desgaste.

25 de noviembre

La fecha para poder convocar elecciones en otoño sin que una fiesta o un puente se cuele en la campaña es la del 25 de noviembre. Para eso habría que disolver el Parlamento en el BOPV del 3 de octubre.

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