El accidente del avión de Sukhoi asesta un duro golpe a la industria aeronáutica rusa
GARA |
El accidente en Indonesia del Superjet 100 del fabricante de aviones Sukhoi, en el que Rusia había puesto todas sus esperanzas, ha dado otro duro golpe a la industria aeronáutica rusa, en crisis desde la caída de la URSS, tras una serie de catástrofes aéreas en serie. Los expertos son aín reacios a sacar conclusiones y esperan a saber más sobre las causas de la caída del aparato.
Sea la que sea, la catástrofe, ocurrida el miércoles mientras el avión hacía un vuelo de demostración en el marco de un gran viaje promocional en Asia, sitúa en un mal lugar la reputación de la última creación de Sukhoi.
Se trata de «un golpe a la reputación de la fuerza aérea de Rusia, simplemente una bofetada», afirmó en Radio Eco de Moscú el piloto ruso Magomed Tolboiev. «Nuestro país no ha dejado de anunciar que iba a crear un avión que no tendría igual, y mire lo que pasa», lamentó.
Pedidos e impacto
Con el Superjet 100, un programa de mil millones de dólares apoyado ampliamente por el Estado, Rusia busca recuperar la imagen de su industria aeronáutica, en profunda crisis desde la década de los 90 y duramente golpeada en los últimos años por una serie de catástrofes. La agencia de calificación financiera Fitch espera un impacto negativo a corto plazo en los pedidos de este aparato.
El Superjet 100, capaz de transportar un centenar de personas, puede recorrer más de 4.500 kilómetros, y con un valor de catálogo de unos 30 millones de dólares, solo vuela hasta ahora para la compaía rusa Aeroflot y la armenia Armavia. Pero otras compañías, como la indonesia Kartika Airlines, han anunciado pedidos de decenas de aviones. Y en febrero recibió la certificación europea, abriendo la vía a su comercialización en Europa.
«Es muy perjudicial» desde el punto de vista comercial, en la medida en que Indonesia es »un país que compra un lote de aviones», y donde, además, la europea EADS y la estadounidense Boeing son muy activas, explicó a France Press Christophe Menard, analista de Kepler Capital Markets. Sobre todo porque «siempre es difícil encontrar un lugar bajo el sol» en el mercado de aviones regionales, «un mercado muy competitivo donde hay varios jugadores y jugadores ya establecidos, como Bombardier y Embraer», añadió.
Para hacerse ese hueco, Sukhoi ha buscado socios occidentales, como la italiana Alenia, que tiene el 25% del capital de Sukhoï Civil Aircraft, y las francesas Français Snecma y Thales. «Sin duda, este suceso va a ralentizar el programa y tendrá un impacto en su reputación, comentó en el diario «Izvestia Rouslan Poukhov», el director del Centro de Análisis Estratégico y Tecnología, aunque cree que no será su fin, sobre todo por el decidido apoyo político..
Por otro lado, el Comité de Investigación de la Federación Rusa, un órgano que depende de la Presidencia rusa, abrirá una investigación penal sobre el accidente, en aplicación del artículo del Código Penal que castiga la violación de las normas de seguridad aérea.