Helios del Santo Gómez Miembro del Consejo Rector de AEK
116 fotos, llaves para la normalización del euskara en Navarra
Toda nuestra esperanza la tenemos en las personas. Los proyectos imprescindibles en la normalización del euskara han venido gracias a la iniciativa de los ciudadanos. En Navarra está muy claro
Si cambiamos nosotros, podemos cambiar el mundo», es un pensamiento conocido, utilizado en diferentes lugares y situaciones. Hoy en día sigue, cómo no, muy vigente. Mediante las 116 fotos que les hemos hecho a todos los grupos que hay en los euskaltegis de AEK en Navarra también queremos transmitir esa idea.
En AEK, en infinidad de pueblos y barrios, hay miles de ciudadanos aprendiendo euskara, queriendo vivir en euskara, aunque la intención del Gobierno es ahogar a los euskaltegis. Tenemos claro que nuestra riqueza son los ciudadanos y, además, ellos tienen la llave.
En este momento, en Navarra hay unos 1.300 alumnos, 120 grupos y 74 profesores, en 48 barrios y pueblos. Mediante esas 116 fotos, en diferentes formatos, tenéis la posiblidad de conocer AEK durante un día. Tenemos un recorrido de casi 40 años en la euskaldunización de adultos y aquí tenemos la mirada de un día a ese trabajo, mediante 116 fotos. La tendencia de los últimos años es ascendente, más alumnos y más grupos, en más barrios y pueblos. Conozcamos y disfrutemos con ellos: Marta, Andrea, Tomás, Pili, Rakel, Itziar, Sonia y el resto de protagonistas. Además, los vemos reflejados en el mapa: Tafalla, Lizarra, Garralda, Tutera, Altsasu, Sartaguda, Iruñea, Zangotza y un largo etcétera.
Este relato también tiene su parte oscura. Hoy queremos conocer a esos 1.300 alumnos, y reivindicar la espléndida locura que nos supone estar en casi 50 pueblos diferentes (en la mayoría de ellos, el euskaltegi de AEK es la única opción). Estamos contentos, atareados, con ganas y orgullosos, pero no podemos olvidar nuestro objetivo: nosotros nacimos para desaparecer. En este momento, en Navarra, no hay ninguna planificación que euskaldunice completamente a las nuevas generaciones. La política del Gobierno, en ese sentido, es muy clara. Nuestra labor la convierten en interminable.
Además, junto a la escuela, en la normalización del euskara otra de las claves es la euskaldunización de adultos. Desde el Gobierno no hay ninguna planificación para dar a los euskaltegis dicho eje estratégico. Nada de nada.
Por otro lado, las inversiones también son imprescindibles. Aquí tenemos que denunciar claramente la política del Gobierno: en la decada 2000-2010 redujeron las subvenciones a la mitad, y en el último año hemos recibido un recorte del 40%. Quieren ahogar nuestro trabajo pero nuestra riqueza son los ciudadanos.
Toda nuestra esperanza la tenemos en las personas. Por un lado, tenemos que repetir una vez más que los proyectos imprescindibles en la normalización del euskara han venido gracias a la iniciativa de los ciudadanos. En Navarra está muy claro. Por otro lado, tenemos el camino que nos marcan una y otra vez esas 116 fotos, esa ruta que nos recuerdan esas 1.300 voces. Son personas, que quieren vivir en euskara, y ellos son los que han elegido la poción del euskaltegi. Las que, mañana, tarde o noche, combinando familia, ocio, trabajo, paro y demás situaciones, están aprendiendo euskara y dando un paso clave e importante. Por lo tanto, tenemos las cosas claras. Los otros tres factores también son imprecindibles: una ley que euskaldunice, una política linguística que impulse la euskaldunización de adultos, aumentar las inversiones... Como a corto y medio plazo esos factores no van a tener ninguna mejora, los ciudadanos tenemos la capacidad de cambiar la situación. Esas 116 fotos son un inmejorable ejemplo, y, cómo no, todas las demás fotos que se vayan sumando.
Ellas tienen la llave, en este momento, para dar pasos en favor del euskara. Además, tienen la llave para que mediante ese movimiento, sin mucho tardar, se puedan impulsar cambios en el resto de factores estratégicos mencionados. Ellos tienen la llave, los que están en Kastejon, Sarriguren, Markalain, Irurtzun, Agoitz, Erro, Lekunberri y el resto de pueblos y barrios. Ellos, Jabi, Margari, Pepe, Mikel, Unai y todos los demás.
Quizá porque han hecho suyo el lema de que a menos de que seamos el cambio que buscamos en el mundo (en la situación del euskara), jamás se producirá cambio alguno.