Atentado en Bogotá contra un exministro de Interior de Uribe
Un atentado contra el exministro de Interior Fernando Londoño, que ocupó la cartera durante el primer Gobierno de Uribe, podría haber dejado ayer entre dos y cinco muertos, según distintas fuentes, y una treintena de heridos en Bogotá, horas después de la desactivación de un coche bomba y coincidiendo con la entrada en vigor del TLC. La Policía atribuyó la acción a las FARC.
GARA | BOGOTÁ
La Policía Metropolitana de Bogotá redujo a dos los muertos en el atentado con bomba perpetrado ayer en Bogotá contra el exministro de Interior Fernando Londoño Hoyos y elevó a 39 los heridos, cifras que contrastan con los 5 fallecidos contabilizados por otras fuentes oficiales. Su comandante, general Luis Eduardo Martínez, atribuyó la acción a las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC).
El exministro sufrió traumatismo craneoencefálico y de tórax aunque se encontraba estable. El presidente, Juan Manuel Santos, había señalado que las personas fallecidas eran el chófer y un policía que formaba parte de la escolta de Londoño, quien ocupó la cartera de Interior entre 2002 y 2004 durante el primer Gobierno de Álvaro Uribe.
Londoño se trasladaba con su vehículo blindado por una concurrida zona del norte de Bogotá muy cercana al centro financiero de la capital cuando ocurrió la explosión, cuyo origen situaron algunas fuentes en una bomba colocada sobre un autobús sin pasajeros que pasaba por el lugar y cuyo conductor fue señalado también como una de las víctimas mortales.
En noviembre de 2004, el ex ministro fue inhabilitado para ejercer cargos públicos durante 15 años por haber estado implicado en casos de corrupción del Gobierno de Uribe (2002-2010).
El caos se adueñó de la zona, donde durante horas no cesaron de llegar ambulancias y servicios de emergencia, y a donde también acudió el alcalde de Bogotá, Gustavo Petro, quien atribuyó al «odio y la venganza» este ataque. Petro confirmó que la bomba no estalló en el autobús.
La Universidad Central y la de Sergio Arboleda, ambas cercanas al lugar del atentado, fueron desalojadas de inmediato, mientras que las autoridades prohibieron que los motociclistas lleven acompañantes.
Según Europa Press, se produjeron explosiones de menor intensidad en la Universidad Nacional, donde se registraron disturbios por la entrada en vigor del Tratado de Libre Comercio (TLC) con EEUU. En el resto de las universidades de Bogotá se suspendieron las clases debido a los disturbios en la Nacional.
El presidente Santos condenó el atentado e insistió en que «vamos a continuar por este rumbo y a hacer las investigaciones necesarias para dar con el paradero de sus responsables» y asegurar que el «terrorismo» no va a «amilanar» a su Gobierno.
Este suceso ocurrió horas después de que artificieros desactivaran un vehículo cargado con explosivos, que las autoridades también atribuyeron a las FARC y que pretendían hacer estallar frente a las instalaciones de la Policía Metropolitana de Bogotá. El general Luis Eduardo Martínez explicó que el coche era un taxi con más de 120 kilos de explosivo y metralla que, al parecer, iba a ser activado a través de un teléfono móvil.
Martínez reveló que habían sido «avisados» de «posibles actos terroristas» relacionados con el TLC, que entraba en vigor ayer.
El propio alcalde Petro apuntó que el atentado «intenta empañar la ciudad el día que se inaugura el TLC».
El Gobierno colombiano ha notificado al Estado francés su disposición para facilitar la liberación del periodista Roméo Langlois, retenido por las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) desde el pasado 28 de abril, según informó ayer el presidente, Juan Manuel Santos, que no dio más detalles.
La decisión del Ejecutivo de Santos de facilitar la entrega de Langlois responde de manera tácita a la exigencia de las FARC de que el periodista sea recibido por un comité en el que participe un «delegado personal» de François Hollande, investido ayer presidente.
Las FARC indicaron el domingo que pondrán en libertad a Langlois «en un lugar seguro» ante una comisión conformada por el Comité Internacional de la Cruz Roja , la excongresista Piedad Córdoba y un delegado de Hollande.
El lunes, el delegado del CICR en Bogotá, Jordi Raich, y la exsenadora Córdoba dijeron por separado que estaban preparados para recoger a Langlois, corresponsal en Colombia de la cadena France 24 y del diario «Le Figaro» desde hace más de once años. GARA
Una docena de exconcejales conforman el grupo de primeros detenidos en Colombia en un nuevo proceso contra políticos por su elección para cargos de designación popular con el supuesto apoyo de paramilitares, informaron ayer fuentes judiciales.
La transacción de un cargamento de flores marcó ayer la puesta en marcha de un polémico Tratado de Libre Comercio (TLC) entre Colombia y EEUU, un acuerdo comercial que para Bogotá significa una oportunidad de desarrollo, pero que para las organizaciones sociales, sindicales, campesinas, de intelectuales, entre otras, tiene un impacto negativo en los sectores agrícola, industrial, sanitario o educativo.
El nuevo acuerdo fue impulsado por EEUU tras fracasar la imposición del Área de Libre Comercio para las Américas, que pretendía expandir la experiencia de un convenio comercial con Canadá y México. EEUU optó entonces por negociar tratados bilaterales y logró acuerdos con todos los países de América Central, Chile, Perú y ahora Colombia.
Su aplicación implica una intensificación de la competencia, en la que Colombia tiene las de perder, por las diferencias económicas entre ambos. GARA
