Asumiendo que la situación de «colapso económico va para largo» y asegurando que el puerto exterior de Pasaia «no se hará ni antes ni después», el grupo juntero de Bildu en Gipuzkoa considera que este es el momento adecuado para hablar de la regeneración de la bahía pasaitarra, trabajos que no conciben realizar sin tomar en cuenta la voluntad de sus vecinas y vecinos, porque la coalición soberanista ya ha adelantado que serán los pasaitarras quienes marcarán los parámetros del proyecto.

Las declaraciones realizadas ayer por el juntero tolosarra Inko Iriarte, acompañado por Judith García e Iban Asenjo, llegaron días después de que el PNV y el PP, dos de los partidos que han abanderado el macroproyecto guipuzcoano, indicaran a través de los medios de comunicación que ya no lo consideran prioritario.

Una vez marcado el objetivo, Iriarte indicó que, para que la regeneración sea posible, la Autoridad Portuaria de Pasaia (APP) debe devolver al municipio unos terrenos que tiene en su haber y que «pertenecen a los pasaitarras». La restitución de esas tierras, que «están sin utilizar», sería el primer paso para que la regeneración de la zona pueda ponerse en marcha.

Asimismo, el grupo juntero de Bildu adelantó que la regeneración tendrá que tener en cuenta la ampliación de la Red Natura 2000, formando un corredor natural protegido entre Ulia y Jaizkibel, así como «la renovación del puerto, haciéndolo moderno, eficiente y adecuado al desarrollo económico de Gipuzkoa».

Tras señalar que el presidente de la APP, Lucio Hernando, sigue apostando por el superpuerto, Iriarte declaró que también hay más sectores que de cara a la galería mantienen su apuesta por el proyecto, pero «en el ámbito privado admiten que este no es viable».

Cabe recordar que el periodo de alegaciones al Informe de Sostenibilidad Ambiental (ISA) ha concluido y que el próximo mes se procederá a elaborar las respuestas para concluir con este proceso previo. La coalición soberanista recordó que el Ministerio español de Medio Ambiente fue muy crítico con la realización del primer ISA -de hecho se tuvo que proceder a realizar el nuevo informe-, resaltando, entre otros aspectos, el daño irreparable que las obras de la dársena exterior causarían a la Red Natura 2000.

En aquella ocasión, el Ministerio de Medio Ambiente incidió también en que la Ley de Costas no permite levantar casas a menos de 150 metros del litoral. De esa forma, quedaba descartada la construcción en Pasaia de las 4.000 viviendas necesarias para lograr la financiación de 800 millones de euros prevista en el proyecto inicial para poder ejecutar parte de las obras del puerto exterior.

Fórmulas para lograr el poder

A pesar de que por el momento PP y PNV hayan echado el freno, y sea el PSE el único que sigue apoyando públicamente la dársena exterior, a juicio de Judith García «la única motivación de la oposición para empeñarse en la defensa del puerto exterior es satisfacer los intereses de las grades constructoras (...), y en este contexto ubicamos la propuesta de unificar las dos autoridades portuarias», refiriéndose a la propuesta jeltzale de unir las de Bilbo y Pasaia. García comentó que, pese de reconocer la inviabilidad del puerto exterior, «siguen en sus trece [en alusión a la oposición], inventando nuevas fórmulas que les permita llevarse su parte del poder que de ahí pudiera surgir. Mientras esté al alcance de Bildu, no permitiremos que eso ocurra».