Durante las próximas horas, la titular del juzgado de instrucción número 2 de Gasteiz, Ana Jesús Zulueta, comenzará a tomar declaración a los cinco ertzainas implicados en la supuesta agresión a Xuban Nafarrate, el joven gravemente herido durante la huelga general del pasado 28 de marzo por el disparo de una pelota de goma, tal como afirman los testigos presenciales.

Según publicó ayer el diario «El Mundo», los cinco agentes de la policía autonómica implicados en la carga declararán en calidad de imputados ante la magistrada, que deberá determinar si las lesiones del joven gasteiztarra responden al disparo de una pelota de goma o a una caída fortuita, como sostiene Interior de Lakua.

A este respecto, cabe señalar que ayer el consejero de Interior, Rodolfo Ares, volvió a comparecer ante los parlamentarios que participaban en la Comisión de Interior de la Cámara de Gasteiz, para defender la versión aportada por la Ertzaintza.

En su intervención, Ares echó mano de las imágenes mostradas hace cuatro semanas por Joseba Nafarrate, para negar que los ertzainas que el 29 de marzo se encontraban en la calle Juan XXIII de Gasteiz dispararan contra los jóvenes congregados junto al instituto Ekialde.

El mismo video, con unos segundos más de duración, que hace apenas un mes no mostraba nada a ojos de los parlamentarios del PSE, fue utilizado ayer para mostrar que el agente al que se acusa de apretar el gatillo caminaba de espaldas a Xuban en el momento del disparo, algo inapreciable en las imágenes.

Sin respuesta

Lo que sí se demuestra con claridad en el video, es que la primera versión ofrecida por Ares en sede parlamentaria es «falsa», tal como denunció Juanjo Agirrezabala (EA), ya que en el mismo se evidencia que el joven cae al suelo tras producirse el disparo y no antes, como afirmaba el consejero. Además, en la filmación no se ve ningún grupo de «alborotadores» acosando a los agentes durante la detención de Xuban, como sostiene Ares.

Estas incoherencias fueron advertidas por el parlamentario abertzale, que llegó a solicitar la dimisión del titular de Interior. Sin embargo, el aludido prefirió no responder las preguntas, y se limitó a presentarse como víctima de una campaña contra la Ertzaintza.