El juicio por la muerte de Asier Lavandera en enero de 2010 a la salida de la discoteca Mao Mao de Lekunberri continuó ayer con las declaraciones de los amigos del presunto autor del crimen y de los agentes de la guardia civil que tomaron declaración a estos.

Los tres amigos del acusado afirmaron que ellos «no vieron nada» y que se enteraron de los hechos cuando este se los contó.

El primero en testificar, amigo de la infancia del presunto autor de la muerte, declaró haber visto una pelea en el parking, pero afirmó que cuando se acercó a ayudar a su amigo vio que este corría hacia él, gritando «vámonos corriendo que no hace falta que me ayudes».

Los otros dos amigos declararon que estaban en el coche y que no se percataron de nada hasta que oyeron a los otros dos acompañantes subir al vehículo y comentar «algo sobre un puñetazo».

Muerte intencionada

También declararon los agentes de la Guardia Civil que participaron en la investigación del crimen. Afirmaron que el procesado reconoció que «lo había hecho» y que su intención «había sido matar».

Relataron que el acusado presentaba un «estado correcto, un buen estado», y que se encontraba «orientado» en el momento del reconocimiento.