Raimundo Fitero
Encadenados
Esperanza Aguirre se coloca siempre a la cabeza de la manifestación ultra y pide, junto a sus palmeros, que si en la final del txupito se silba al himno español, se suspenda y se celebre el partido a puerta cerrada. Magnífica propuesta. Con todo el gasto hecho, por pitar en algún momento, se provoca un caos, llega el desorden público, deben actuar los antidisturbios, calentitos que estarán desde mucho antes porque están los separatistas jugando al fútbol, y de un partido de fútbol hacemos un nuevo dos de mayo. Es genial la imprudencia de esta señora. Pero ahí está, como la puerta de Alcalá, viendo pasar el tiempo y la democracia.
El que no sale de los platós televisivos es Antonio Basagoiti, ahora en su papel de macho alfa repudiando a su novia por infiel. Las elecciones vascas van a estar marcadas por todos los pucherazos posibles. El movimiento antidemocrático que están emprendiendo es descomunal. La diáspora, los exiliados, ese lenguaje tan salvajemente distorsionador de la realidad, se convierte en argumentación para la maniobra más bananera pensable. Algunos ciudadanos, de origen vasco, si juran que van a votar al PP o como mucho al PSE, podrán votar allá donde quieran. Es decir los miles de guardias civiles que han pasado por los cuarteles y se han pirado, dicen que se fueron por miedo, y ya está, tenemos un puñado de votos más para joder cualquier vestigio de limpieza democrática. No paran. El intento es grave para lograr mayorías ficticias.
Junto a la despedida de Andreu Buenafuente nos encontramos con que José Corbacho, amigo, colega, socio, que salía en el programa, acaba de firmar un contrato largo con Mediaset España para participar en varios talent shows. Un desembarco en toda regla en la competencia más directa. Cosas de la tele. Los movimientos y contrataciones para mejorar resultados están siempre abiertos. Veremos muchos cambios de esta índole. Pero siempre son provisionales porque si no funcionan, no los aguantan a no ser que te llames Pilar Rubio, quien se va a juntar televisivamente con Corbacho para ver si le sale algún programa bien. Casi todo es fruto de los efectos encadenados. Nadie espere un respiro..