Cruz Roja afirmó ayer en una sesión de trabajo solicitada por el PPN en el Parlamento de Nafarroa que el 9,7% de la población navarra, unas 66.000 personas, podría encontrarse en situación de pobreza y exclusión social.

Según explicaron los representantes de Cruz Roja, Joaquín Mencos y Juanjo San Martín, las personas se encuentran en riesgo de pobreza y exclusión social cuando al menos cumplen una de estas tres condiciones: pobreza relativa (ingresos por debajo del 60% de la media de la renta), privación material (no poder poner la calefacción, no llegar a fin de mes...) o la intensidad del desempleo en el hogar.

Al respecto, indicaron que el 23% de la población europea está en riesgo de exclusión social y que la tasa en el Estado español es del 25,5%.

Barreras a una renta básica

Por otro lado, Izquierda-Ezkerra (IE) aseguró que miles de familias navarras se van a quedar «sin nada» con la desaparición de la renta básica y su sustitución por las nuevas ayudas a la inclusión social y la empleabilidad. El parlamentario de IE Txema Mauleón aportó datos al respecto y anunció que desde el mes de febrero se han rechazado solicitudes de ayudas de 1.570 familias por no reunir los nuevos requisitos, lo que se traduce en el 38% de las peticiones valoradas. A esto hay que añadirle que todavía están pendientes más de 4.000 solicitudes, por lo que alertó de que «se puede llegar a 3.000 familias sin nada de nada».

Aseguró que las razones dadas por la consejera de Política Social, Elena Torres, para adoptar esta nueva normativa «no se ha cumplido ninguna», por lo que afirmó que el motivo fue ahorrar y se ha hecho «de la peor manera posible».

Añadió que otro de los argumentos para defender el cambio fue el «atasco de solicitudes», sin embargo, según recalcó, sigue habiendo «cinco meses de retraso» en las valoraciones.

Mauleón calificó la situación de «intolerable» y apostilló que las estimaciones hechas por el propio Gobierno se han quedado cortas, ya que el departamento de Política Social calculó que las nuevas ayudas podrían dejar fuera a un 25% de los perceptores de la renta básica y en realidad se ha llegado hasta el 38%.