«Men in Black 3» llega quince años después de la primera entrega y diez, de la segunda
Barry Sonnenfeld sigue al frente de la saga basada en el cómic de Lowell Cunningham, pero su equipo de guionistas, en el que figura Ethan Coen, ha querido introducir un giro argumental con un viaje en el tiempo.
M.I. | DONOSTIA
La saga “Men in Black” sigue viva gracias a Barry Sonnenfeld, quien tiene muy clara la receta de cómo combinar acción futurista y humor, aunque en el caso de esta tercera entrega habría que decir retrofuturista, pues hay un viaje al pasado, concretamente a finales de los años 60. Esto ha permitido el lucimiento del departamento de producción, y en especial del diseñador artístico Bo Welch. También ha tenido carta blanca el maestro de efectos de maquillaje Rick Baker, que se ha basado en las películas de ciencia-ficción de serie B de la época, pero dándoles un tratamiento más realista.
El regreso al año 1969 ha obligado a recurrir a un nuevo actor para encarnar al agente K de joven. Los responsables del casting han pensado que Josh Brolin puede pasar por Tommy Lee Jones, lo que de paso se presta a la gracia consistente en que su compañero, el agente J, casi no lo reconozca. El guión fue iniciado por Ethan Coen, quien sigue manteniendo su relación de amistad con Sonnnefeld, que empezó como director de fotografía de los hermanos Coen. En teoría el giro temporal del argumento está pensado para mostrar los orígenes de los personajes, aunque es evidente que favorece todavía más el protagonismo estelar absoluto de Will Smith, porque es quien debe viajar atrás en la historia en busca de K sin cambiar de aspecto, mientras que el susodicho ya no tiene la apariencia madura de Tommy Lee Jones. De hecho, Will Smith es el que se está encargando personalmente de la promoción, y así se le ha podido ver en el programa de televisión “El hormiguero”.