Tres reuniones matinales y el recurso de Sortu sin resolver. La falta de una sentencia podría alargarse por el conflicto existente con la renovación de cuatro miembros del Tribunal Constitucional. PP y PSOE deben ponerse de acuerdo y los magistrados se han plantado para forzar su consecución. Entre tanto, la izquierda abertzale sigue sin un partido legalizado.

La ponencia de la sentencia sobre Sortu, redactada por la magistrada Elisa Pérez Vera, estaba en el orden del día del pleno de esta semana, que se ha prolongado -solo en sesiones de mañana- desde el martes hasta ayer. La semana que viene libran y el próximo pleno del Constitucional se celebrará entre el 5 y el 7 de junio pero, según informa la agencia Efe citando fuente del tribunal, aún no es seguro de que se trate el recurso presentado por los abogados del partido al que el Tribunal Supremo prohibió su inscripción en febrero de 2011, hace quince meses.

Presión para la renovación

El Tribunal Constitucional tiene pendiente la renovación de cuatro de sus integrantes, uno fallecido y otros tres con el mandato caducado desde 2010. Los cuatro nuevos integrantes deben ser elegidos por el Congreso, por una mayoría de tres quintos, lo que obliga a un pacto entre PSOE y PP.

En la pasada legislatura, mientras estuvo en la oposición, el PP bloqueó la renovación esperando a obtener en las elecciones una correlación de fuerzas más favorable.

El martes, en la primera sesión del plenario, cuando se esperaba que el TC abordara la sentencia sobre Sortu, trascendió que el alto tribunal amenazaba con tomar «las medidas que están en su mano, por muy drásticas que sean», si los partidos no alcanzan un acuerdo.

El nivel de presión aumentó cuando el presidente del TC, Pascual Sala, insinuó en la memoria de 2011, publicada anteayer, que podría aceptar las dimisiones que hace un año le presentaron los magistrados que deben ser sustituidos.

El presidente del Gobierno español, Mariano Rajoy, anunció el miércoles desde París que abordaría la cuestión hoy con Alfredo Pérez Rubalcaba, en la reunión que tienen previsto celebrar esta tarde en La Moncloa.

El diario «El País» informaba ayer de que «Rajoy quiere acelerar la renovación del Constitucional antes del fallo de Sortu». Añadía que «el cambio permitiría al sector conservador ganar un voto y forzar el empate», siempre desde la hipótesis de que los magistrados votaran en consonancia a lo que hicieron hace un año en el recurso presentado por Bildu.

«No afectará a la coalición»

La falta de un partido legalizado supone una merma de derechos para la izquierda abertzale, pues le impide contar con instrumentos que tienen otras formaciones, como sedes y una estructura de personal.

Sin embargo, no altera sus planes políticos. La apuesta de la izquierda abertzale es la acumulación de fuerzas independentistas y progresistas, tanto con acuerdos estratégicos como electorales. El secretario general de EA, Pello Urizar, anunció ayer que la no legalización de Sortu no afectará a la coalición que se prepara para las elecciones autonómicas.