Unas 10.000 personas, en su mayoría estudiantes universitarios, se manifestaron el miércoles en Ciudad de México contra el Partido Revolucionario Institucional (PRI), que gobernó el país de 1929 a 2000, su candidato a las elecciones presidenciales de julio Enrique Peña Nieto y los medios de comunicación.

Con lemas como «El que no brinque es Peña», «Hay que estudiar, hay que estudiar, el que no estudie como Peña va a acabar» y «Voto informado, nunca manipulado», miles de jóvenes convocados por internet y las redes sociales desfilaron por el centro de la capital mexicana.

«Queremos escuelas, no telenovelas», gritaron los estudiantes de universidades privadas y públicas, en referencia a Peña Nieto y su esposa, una famosa actriz de telenovelas.

Los manifestantes también portaron cientos de pancartas contra los medios de comunicación, en especial contra Televisa, el principal conglomerado de televisión de México y de los países de habla hispana. Denunciaron que por medio de la difusión de informaciones sesgadas pretenden imponer a Peña Nieto como presidente.

«Vengo a manifestar mi disconformidad con la falta de pluralidad de los medios de comunicación», señaló a AFP Natalia Ordaz, estudiante del Instituto Tecnológico Autónomo de México, uno de los centros de estudios superiores a los que acude una parte de los jóvenes de la élite mexicana.

Aunque la convocatoria inicial era una concentración en un punto de la céntrica avenida de la Reforma, el lugar se vio desbordado por miles de asistentes, que decidieron espontáneamente marchar primero hacia la cercana plaza del Ángel y luego a la sede principal de Televisa. Ahí la movilización se dividió y aproximadamente la mitad se encaminó al Zócalo, corazón político del país, mientras que el resto se quedó en Televisa, cuya fachada empapelaron con pancartas críticas.

«Ya basta de un pueblo gobernado por los medios de comunicación. Exijo un voto libre e informado. Los medios están favoreciendo a Peña Nieto», añadió Fernando Matías, de la Universidad Iberoamericana.

Igualmente, recordaron la matanza estudiantil de 1968 en la Plaza de Tlatelolco de Ciudad de México, en la que murieron 44 personas, según datos oficiales y 2.360 fueron detenidas, y la represión en Atenco en 2006, cuando la Policía reprimió brutalmente una manifestación en esa localidad, de la que Peña Nieto era gobernador

Las marchas, que se repitieron en otras ciudades como Puebla, Tuxtla Gutierrez o Guanajuato, han tomado por sorpresa a políticos y analistas. «Hay desesperanza, irritación y mucho miedo. Decía Mao: el pasto está seco, y en México está sequísimo», subrayó a BBC Mundo Agustín Basave Benítez, director de posgrado de la Universidad Iberoamericana.

«La condición del país es deplorable, casi un desastre social, económico, político y cultural», sostuvo Alfredo Nateras, investigador de la Universidad Autónoma Metropolitana.