El PNV estudia su futuro fuera del grupo de NaBai en el Parlamento navarro
El Napar Buru Batzar encargó un informe a sus servicios jurídicos para estudiar su futuro fuera de la coalición NaBai en el Parlamento navarro. GARA ha tenido acceso a esa información confidencial. El estudio ya ha sido valorado en una reciente reunión de la Ejecutiva jeltzale. Actualmente, el único parlamentario adscrito al PNV en la Cámara navarra es Manu Ayerdi, recién elegido presidente del PNV en Nafarroa tras la marcha de José Luis Agirrebengoa.
Aritz INTXUSTA |
El PNV se siente incómodo dentro del actual bloque parlamentario de Nafarroa Bai. Por ello, encargó un informe a sus servicios jurídicos para estudiar tanto su marcha como la expulsión. El contenido de dicho informe hace referencia sobre todo a qué consecuencias tendría para sus parlamentarios quedarse fuera del paraguas de la marca NaBai. En todo momento se valoran las posibilidades que hay de conformar un nuevo bloque independiente dentro de la Cámara navarra, dando por hecho que el grueso de la actual coalición quedaría al margen. En el documento se indica que, como mucho, serían tres los que saldrían, pero también detalla que esto sería insuficiente para formar un grupo político, ya no hay posibilidad de crear un «grupo mixto».
El principal problema de la escisión, según este análisis, es la pérdida «de derechos económicos, pero también la pérdida de muchos derechos que podemos llamar políticos». En el fondo de todo está el cambio en el reglamento del Parlamento por parte de UPN y PSN, que fue hecho ad hoc para castigar una eventual ilegalización de la izquierda abertzale. Cualquier ruptura de los actuales grupos generaría la aparición de parlamentarios «no adscritos». Según los servicios jurídicos del Napar Buru Batzar, el reglamento establece que «en ningún caso pueden constituir o contribuir a formar grupo parlamentario separado parlamentarios forales electos en la misma candidatura».
Pese a ello, el informe incide en que esta normativa es muy nueva y, como todavía no se ha dado el caso, las posibilidades de escisión y el peso de los escindidos en los debates depende en gran medida de la interpretación que realice la Mesa del Parlamento, controlada por UPN y PSN. En este sentido, creen que tendrían serios problemas para presentar y defender mociones, realizar preguntas orales e incluso participar en los debates si los actuales partidos del Gobierno leen estrictamente la normativa. «La posibilidad de intervención genérica en los debates va a depender de la interpretación de la interpretación más o menos estricta del reglamento que realice la mesa del Parlamento», señala el informe.
Por otro lado, los juristas encargados por el Napar Buru Batzar exponen también la posibilidad de que sus actuales compañeros acaben expulsándoles por mantener una línea de voto distinto (algo que ya ha producido en temas capitales como el del Tren de Alta Velocidad). El informe alerta de que es sencillo acabar excluidos, ya que «dada la potestad del grupo de autoorganización, solo debe comunicarlo a la Mesa para su conocimiento y efectos».
Un nuevo liderazgo
Detrás de este movimiento se encuentra el nuevo dirigente de los jeltzales navarros, Manu Ayerdi, que también es parlamentario por NaBai. Ayerdi tomó el relevo de Juan Luis Agirrebengoa a finales de marzo. Que Ayerdi se siente incómodo dentro del actual grupo quedó claro desde el primer día. Ya en su entrevista con Radio Euskadi del día 27 de marzo, recién electo, Ayerdi calificaba la situación como «atípica», pero abogaba por saber gestionarla. Aseguraba que lo único que le ataba a sus actuales compañeros era una «convivencia humana cordial». Sin embargo, se despachaba sobre NaBai como un proyecto ya acabado. «La apuesta de futuro se llama Geroa Bai, sin duda alguna», respondió al periodista.
El informe de los servicios jurídicos al que ha tenido acceso este periódico ha podido suponer un freno a estas ganas de ruptura, puesto que, aunque UPN y PSN echaran una mano al PNV para salirse del actual grupo, su margen de maniobra política sufriría una merma seria.
Asimismo, le sería cercenada buena parte de la consignación económica. El recorte no se produciría en el sueldo de los parlamentarios, pero sí que perderían la asignación por grupos. El régimen en el que quedan los electos no adscritos es tan duro que podrían incluso perder su derecho a tener un despacho dentro del Parlamento. En cuanto al trabajo en comisiones, ni siquiera tendrían la posibilidad de elegir en cuáles de ellas participar, teniéndose que conformar con las que el resto de grupos de la Cámara les conce- dieran.
No obstante, este informe jurídico ya ha sido valorado por la Ejecutiva nacional del PNV que, por el momento, sigue sin hacer visible su postura. A fin de cuentas, la decisión de romper o no el actual grupo parlamentario en Nafarroa no es una decisión que pueda adoptar de manera autónoma el Napar Buru Batzar y, por tanto, las ejecutivas de otros herrialdes quizá empujen para clarificar el mapa político antes de elecciones.
El informe de los servicios jurídicos del PNV advierte al Napar Buru Batzar de que, en caso de romperse el grupo NaBai, quienes se marchen serán parlamentarios no adscritos, con menor iniciativa política.