Euro 2012
La plasmación del proceso irlandés en los campos de juego
La progresiva inclusión de futbolistas procedentes de los seis condados del norte acerca la idea del «all Ireland».
Beñat ZARRABEITIA
El 10 de abril de 1998 se firmó en Belfast el conocido como Acuerdo Viernes Santo que sentó las bases para poner fin al cruento conflicto político y armado que se vivía en el norte de Irlanda. Dicho entendimiento contaba con 18 disposiciones, una de las cuales señalaba el «reconocimiento del derecho de nacimiento de los habitantes de Irlanda del Norte de identificarse y ser aceptados como británicos o irlandeses, o ambas cosas a su elección; asimismo, confirmación del derecho de mantener ambas nacionalidades, aceptado por ambos Gobiernos, sea cual sea el estatus futuro de la región».
La plasmación en el mundo del fútbol resultó complicada, ya que tanto la República de Irlanda como Irlanda del Norte cuentan con selecciones propias y reconocidas por UEFA y FIFA. Pese a contar con una de las legislaciones más flexibles en materia de nacionalidad -cuando en los ochenta Jackie Charlton tomó las riendas del equipo buscó raíces irlandesas en el árbol genealógico de media Liga inglesa- hasta que Darron Gibson dio el paso en 2007 ningún futbolista procedente de los seis condados del norte había vestido la elástica de la República de Irlanda.
Gibson, natural de Derry, la ciudad donde los republicanos cuentan con mayor apoyo, se acogió a los Acuerdos de Viernes santo para poder cumplir su sueño. Había jugado con la selección de Irlanda del Norte en categoría sub 16 y dicha Federación presentó una protesta formal. El caso llegó también a la Asamblea de Stormont donde se produjeron agrios debates. Gibson fue el pionero de una larga lista de futbolistas que posteriormente han optado por jugar con el combinado del sur.
Un difícil equilibrio
La escenografía unionista que ha rodeado a la selección de Irlanda del Norte, particularmente en su estadio de Windsor Park, ha provocado las antipatías de la comunidad republicana y católica. Gerry Armstrong, mítico delantero que anotó el tanto que valió el triunfo de los norirlandeses ante España en el Mundial de 1982, o Martin O'Neill han sido algunos de los jugadores que han representado a la comunidad republicana en la Norn Iron. Actualmente, el propio Armstrong intenta a través de su cargo en la Dirección Deportiva de la selección de Irlanda del Norte evitar la fuga de talentos. Una tarea en la que ayudan el seleccionador Michael O'Neill y los futbolistas Damien Johnson y Chris Baird, todos procedentes de la comunidad republicana. De momento, han logrado convencer al joven talento del Newcastle Shane Ferguson para que rehúse los cantos de sirena de la República de Irlanda.
Sin embargo, estos intentos resultan sumamente complicados en un contexto en el que el entrenador del Celtic Neil Lennon y sus jugadores Nial McGinn y Paddy McCourt recibieron amenazas en forma de cartas con balas procedentes de grupos paramilitares unionistas en 2011. Lennon se ha pronunciado en numerosas ocasiones en favor de una Irlanda unida, lo que le ha llevado a ser insultado, perseguido y agredido en varias ocasiones. McGinn también mostró públicamente su conformidad con la idea del All Ireland. Es decir, la selección única que agrupe a los futbolistas de toda Irlanda, tal y como ocurre en el rugby.
Decisiones controvertidas
Además del mencionado Gibson, en la lista para la Eurocopa también está James McClean, futbolista nacido también en Derry y que ha sobresalido con el Sunderland en la Premier. Otros, que ya han debutado con Trapattoni, como Shane Duff o Marc Wilson esperan su oportunidad en la sub 21 junto con Euan O'Kane, el último futbolista que ha cambiado de selección. La lista se completa en las categorías inferiores de manera cada vez más notoria.
La fuga constante de futbolistas ha provocado de algunos jugadores de la selección norirlandesa como el capitán David Healy, que se ha quejado amargamente de que haya futbolistas que incluso han debutado con Irlanda del Norte en amistosos pero que renuncian a jugar partidos oficiales a la espera de la llamada de la República de Irlanda. No obstante, también existe el caso inverso, jugadores que cambiaron de selección en las categorías inferiores o que debutaron en amistosos con la República de Irlanda pero que al no contar para la absoluta o no volver a ser llamados, ahora han optado por defender a la Norn Iron. Es el caso de los defensas Alex Bruce y Tony Kane o el delantero Michael O'Connor.
Poco antes de morir en noviembre de 2005, el mítico George Best confesó que su deseo hubiera sido jugar con una selección irlandesa unida. De momento, dicha posibilidad parece lejana, pero el hecho de que futbolistas de toda Irlanda jueguen en un mismo equipo ya es una realidad. En otros deportes, el ex piloto de Formula Uno Eddie Irvine, natural del norte, fue muy claro al señalar que «si tú eres de Irlanda, sea del norte o del sur, eres irlandés». Otros, en cambio, como el golfista Rory McIlroy han preferido mantener una postura bastante más ambigua al respecto.