Un avión de pasajeros con más de 160 personas a bordo se estrelló ayer cerca del Aeropuerto Internacional Murtala Muhammed de la ciudad nigeriana de Lagos. El suceso, según los primeros análisis de urgencia, parecía tener carácter accidental.

El aparato, de la compañía Dana Air, cubría una ruta entre la capital administrativa, Abuja, y la capital económica, Lagos, y se estrelló en el barrio residencial de Iju, en Lagos.

El director de la Aviación Civil nigeriana, Harold Demuren, afirmó que no esperaba que hubiese supervivientes, según indicaron los medios locales.

El diario nigeriano «Vanguard» informó de que el avión se habría estrellado contra una línea de suministro eléctrico, lo que habría provocado el accidente. El periódico cifraba en 162 las personas que iban a bordo del aparato.

Las fotografías difundidas anoche por el portal nigeriano CKN muestran una densa columna de humo negro en una zona de casas bajas, varias de las cuales habían resultado afectadas por el accidente. También se difundió una imagen de la sección de la cola del fuselaje, entre humo y llamas.

Se trataba del segundo accidente de un avión nigeriano en menos de 24 horas, después de que la noche anterior una aeronave de carga de Allied Air saliera de la pista al intentar aterrizar en la capital de Ghana, Accra, y embistiera a un autobús, causando 10 muertos.

Los cuatro miembros de la tripulación, entre ellos los dos pilotos, sobrevivieron y fueron evacuados. Los servicios de socorro, la Policía y los bomberos llegaron al lugar y acordonaron los accesos. El aparato «no encontró la pista y se estrelló cerca del estadio Elwak contra un minibús, matando a diez personas», precisó un trabajador del aeropuerto. La cifra de víctimas fue confirmada por un militar de alto rango. Un testigo declaró: «había terminado mi trabajo y volvía andando a casa bajo la lluvia cuando vi el avión caer contra el minibús y aplastar a los pasajeros».