Buscan a un hombre por matar en Bilbo a la pareja de su esposa
Un varón de 36 años de edad y al que la Ertzaintza buscaba al cierre de esta edición es el acusado de acuchillar mortalmente en Bilbo al que era la pareja actual de su todavía esposa, un joven de 21 años. Los hechos ocurrieron en la noche del sábado en San Francisco. La Dirección de Atención a la Víctimas de la Violencia de Género denunció el ataque mortal.
GARA |
Un varón de 21 años murió sobre las 23.00 de la noche del sábado como consecuencia de las heridas sufridas en una agresión de arma blanca ocurrida en un domicilio de la calle Cortes, en el barrio bilbaino de San Francisco. Desde entonces, la Ertzaintza busca como supuesto autor del crimen al esposo de la mujer que en la actualidad era la compañera sentimental de este joven de 21 años apuñalado mortalmente.
Los agentes de la Ertzaintza y la Policía Municipal de la capital vizcaina que se desplazaron al lugar encontraron en el rellano del inmueble a un hombre con varias heridas de arma blanca, que falleció a pesar de los esfuerzos por reanimarlo que realizaron miembros del personal sanitario.
Tras las primeras investigaciones realizadas, la Ertzaintza identificó al presunto agresor, un varón de 36 años que era aún esposo de la pareja sentimental de la víctima.
Según difundió EiTB, la hija de 14 años estaba en el piso cuando sucedieron los hechos, siendo testigo de los que ocurrió. Las mismas fuentes precisaron que el hijo pequeño se encontraba esa noche en casa de la abuela, y que el presunto agresor ha sido arrestado 22 veces por cometer distintos robos.
«Los celos son violencia»
La Dirección de Atención a las Víctimas de la Violencia de Género no tardó en reaccionar, y condenó enérgicamente el homicidio del joven de 21 años. Además de solidarizarse con los familiares y amistades de la víctima, hizo otro tanto con la familia de su pareja.
En un comunicado, subrayó que las investigaciones indican que «detrás de dicho episodio de violencia están los celos del presunto homicida hacía su todavía mujer». «Los celos, el control y la intimidación son una señal manifiesta de la violencia que se ejerce contra las mujeres por el mero hecho de serlo. Debemos trabajar por eliminar de nuestra sociedad los comportamientos machistas y patriarcales que sitúan a las mujeres en una situación de inferioridad e indefensión frente a los hombres que consideran que pueden ejercer el control de sus vidas llegando a extremos tan rechazables y trágicos», indicó la nota.
Precisamente, el juicio celebrado esta semana por la muerte de Cristina Estébanez a manos de su expareja en Barakaldo ha reflejado una situación similar, si bien en este caso la víctima mortal fue la mujer. Y es que el agresor también intentó acabar con la vida de Aingeru Cerecedo, el que entonces era nuevo compañero sentimental de Estébanez. Como consecuencia de la agresión Cerecedo estuvo varias semanas hospitalizado por la sección de ambas venas yugulares y de los músculos del cuello.
Era un acto simbólico con el que pretendían demostrar la «fuerza» de las mujeres. Lo hicieron en Durango, tocando sonrientes los tambores y vestidas de morado, el color que simboliza su reivindicación. Participaron mujeres que llegaron desde la misma Durango, Ermua, Basauri, Gasteiz, Ondarroa, Getxo, Abadiño y Villabona.
Al cierre de esta edición, la Policía autonómica seguía buscando al presunto autor de los hecho, un varón de 36 años. Según difundió EiTB, ha sido detenido hasta en 22 ocasiones por robos.
Cuando la Ertzaintza llegó al lugar de los hechos, encontró tendido en el descansillo a un varón joven con varias cuchilladas. Los servicios sanitarios no pudieron reanimarlo.