Análisis | La temporada 2011/12 de Caja Laboral baskonia
Cambiaron las preguntas tras conocer la respuesta
El Caja Laboral Baskonia cerraba otro año sin títulos y lejos de las finales. En una temporada de constante evolución de jugadores y de juego, la lesión de Lampe y la falta de un segundo base de garantías, han sido los mayores lastres. No obstante, el futuro no pinta tan negro.
Arnaitz GORRITI | Periodista
Cuando me aprendí todas las respuestas, me cambiaron todas las preguntas», reza un dicho que escritores como Mario Benedetti o Eduardo Galeano han empleado alguna vez. Se puede decir que la temporada 2011/12 de Caja Laboral Baskonia responde a ese lamento. Fuera, pero no lejos de los títulos y las finales -salvo el de Supercopa-, pero eliminados a las primeras de cambio de la Euroliga, la mejora hacia el final de la campaña, la explosión de Nemanja Bjelica y la irrupción de Lampe, no han bastado en una temporada en evolución.
Pero el futuro no pinta tan negro. En un remozado Buesa Arena que ha sido capaz de albergar a más de 14.000 personas de media, la explosión de Nemanja Bjelica y la estabilidad de Lampe auguran un futuro inmediato bastante bueno. Las dudas llegan con la continuidad de Prigioni, el rendimiento de Heurtel, u otro segundo base, y la opción de marcha de Teletovic, aunque tenga dos años de contrato y él quiera quedarse.
Errores de planificación. Se fichó a Maciej Lampe como referente interior y resultó que estaba lesionado de la cadera, por lo que no pudo debutar hasta febrero. Como medida de emergencia, se aprovechó el lockout de la NBA, pero su final, hacia noviembre, resultó devastador. Kévin Seraphin acabaría disputando casi 20 miutos, mientras que Dragic apenas aportó -jugó dos partidos de ACB y otros dos en Euroliga-, ya que llegó casi al final del cierre patronal.
El peor caso fue el de Reggie Williams. El propio jugador adujo «falta de química» con Ivanovic, ya que solo disputó tres partidos de Euroliga y siete de la ACB, mientras Ivanovic subrayaba que vino lesionado. De hecho, a su regreso a la NBA, fue operado y causó baja dos meses.
Todo ello sin ahondar en la «espantada» de Splitter, que prefirió jugar en Valencia a volver a Gasteiz. Josean Kerejeta declaraba que «Tiago sabrá por qué no ha querido venir», aunque según los agentes del de Joinville, nunca hubo un ofrecimiento del Baskonia. Como dice House, todo el mundo miente.
Pero el caso más sangrante fue el de Joe Dorsey. El pívot de Baltimore venía a ser el buen defensor y el intimidador en la zona. Pero su escasa calidad técnica no convencieron a Ivanovic. Fue cortado en enero tras disputar siete partidos en la ACB y otros seis en Euroliga -2,1 puntos de promedio en 10 minutos-. El Olympiacos lo recuperó y ha jugado 17 minutos, logrando 4 puntos y 5 rebotes, para proclamarse campeón de Euroliga y de la Liga Griega. Otro patinazo de Ivanovic, muy cuestionado y hasta silbado por su afición, con los pívots.
Insuficiente mejora. El 22 de diciembre será una fecha recordada para el Baskonia. Por primera vez en su historia, los de Josean Kerejeta se veían fuera del Top 16, tras caer 77-72 ante Bilbao Basket en Miribilla. Lo de la Euroliga fue reflejo de un inicio de año gris, tanto en juego como en los resultados.
Con todo, Teletovic ha realizado su mejor juego, mostrando un juego al poste bajo mucho más efectivo y sin perder su tino en el lanzamiento de tres, aunque ha acabado muy cansado. Milko Bjelica ofrecía minutos de calidad, supliendo con movilidad su falta de contundencia. No obstante, su importancia caería hacia el final, limitado a ser pívot de rotación.
El juego precisaba una mejora. Lampe llegó para la Copa y ya en semifinales dio pinceladas de su talento. Solo los 25 puntos de Lorbek evitaron que los gasteiztarras llegaran a la final.
Asimismo, cabe destacar la llegada de Nocioni en abril. Su mayor impacto ha sido contagiar a Nemanja Bjelica, que ha pasado de un talentoso tímido a ser una pieza clave. Mientras, Nocioni, cuya continuidad está en el aire, no ha sido diferencial por las faltas y una lesión, aunque ha atraído a mucha gente al Buesa Arena.
Y llegaron los play offs. Tras superar en dos grandes partidos a Bilbao Basket, el mejor Baskonia caía ante un Real Madrid inesperadamente atinado desde lejos, y en el que emergieron Velickovic y Sergio Rodríguez, dos hombres con boletos para no seguir de blanco -hay quien los ve de negro, de hecho-. «Faltó muy poco y jugamos nuestro máximo nivel», diría Ivanovic.
La falta de relevo para Prigioni, vital. Silbado al inicio y vitoreado al final, el de Río Tercero ha sido el motor del Baskonia. Asistencias, tiros importantes. La afición baskonista se hacía con la cabeza de Prigioni, y este conquistaba el corazón de la hinchada. Pero a sus 35 años, habrá que ver si sigue o no.
Y si continúa, necesita que su segundo base le dé un buen descanso, cosa que Heurtel no lo ha hecho. Apenas ha disputado 11 minutos, por 28 del argentino, y ha promediado 4 puntos y 2 asistencias. De hecho, resultaba curioso que el Baskonia repescara a Van Oostrum, un claro «futuro Calderón», según Alfredo Salazar. «Heurtel debe dar cinco pasos adelante. El relevo tiene que mejorar el juego». Aviso claro de Ivanovic a un Heurtel demasiado irregular.
Heurtel debe seguir la vía de Brad Oleson, mucho más resolutivo. «Él siempre juega correcto, pero un jugador de su puesto debe ser un asesino», añadiría su entrenador, mientras que Ribas, pese a amagar tal mejora, volvía al marasmo, limitándose a ser un especialista defensivo.
En principio, no debiera haber muchos cambios -se especula con Macvan y Schortsianitis, y habrá que ver qué pasa con Teletovic y Prigioni-. Pero la base del equipo halló las respuestas. Ahora toca atinar las preguntas.