El gallego Miguel Mayán y la etíope Senait Gutema se adjudicaron ayer la victoria en el Maratón de Bilbo, que cumplió su trigésima edición con una inscripción cercana a 500 atletas.

Mayán, de la localidad coruñesa de Porto do Son y de 37 años de edad, venció con comodidad aunque con un crono sin relevancia pues, en una jornada con buenas condiciones para correr -cielo con nubes, respeto total de la lluvia, escaso viento y temperatura entre 14 y 17 grados-, invirtió 2 horas 27 minutos y 58 segundos.

Le siguieron en el orden de entrada por meta Toñín Blanco (2.33:58) y Josu Amutio (2.39:15). Senait Gutema terminó en 2.56:22, un registro que no mejoró su marca de este año hecha en febrero en Bangkok ni los 2.38:45 de Sevilla. La fondista etíope, que la víspera quedó segunda en Alonsotegi, se impuso hace dos semanas en el medio maratón de Donostia.

La pobreza de los tiempos materializados queda patente con el dato de que solo ocho de los participantes terminaron el recorrido por debajo de las tres horas. Ricardo Abad Crespo también estuvo allí. Aunque las últimas noticias apuntaban a que por falta de patrocinio había abandonado su reto «Mil maratones en mil días», el fondista de Tafalla concluyó su maratón 607 en el puesto 24 y con un crono de 3.15.

Los mejores por relevos fueron Arkaitz Martínez y Marcos Tapia, que se repartieron la distancia en tramos de 21 kilómetros, con una suma de tiempos de 2.43:34. Además, Sergio Serna e Itxasun Nieto pararon el reloj en 1.11:36 y 1.41:40 respectivamente en el medio maratón, distancia en la que, por primera vez en Bilbo, se estableció una clasificación diferenciada.