«La insumisión en Navarra», un repaso a los días de caqui
Óscar Beorlegui fue un mal chico que nunca fue malo, sino coherente con las ideas antimilitaristas que surgieron con fuerza hace décadas. Beorlegui, escritor y comentarista, fue un insumiso vocacional y tozudo que cuenta en un ágil libro su experiencia vital
P. CABEZA | BILBO
J. Óscar Beorlegui nace un día de 1967 en Iruñea. No cuenta mucho de su niñez en su entretenido y biográfico «La insumisión en Navarra. Memoria para tiempos de desmemoria»(Pamiela), pero si relata como va haciéndose joven e insumiso. Y lo narra con desenfado, vitalidad y detalle. Es su historia antimilitar, pero es también parte de la vida de miles de jóvenes vascos que se negaron a participar en el Ejército español, vestir de caquí, que se decía por los setenta, ochenta, y hacerse hombre, que, desgraciadamente, se espetaba en muchas familias que mandaban a sus hijos a completar su formación humana a la mili, como si tener a un cabrón de superior haciéndote la vida imposible, supusiera mejorar la inteligencia y el modelo de hombre, ese que termina la mili recto, hecho un señor, educado, y con carrera.
Beorlegui se define como «desobediente por naturaleza y convicción», y lo deja claro a lo largo de las más de 150 páginas del libro y por encima de los consejos de sus sus padres respecto a la mili, los estudios, o la opinión del cura del barrio o de la cárcel.
El escritor estudia Filología en la Universidad de Nafarroa, pero abandona en tercero con una clara intención: «Dejar de lado la teoría y pasar a la acción», que, de momento vale con participar en la parrilla de la radio libre Eguzki Irratia. Pasados unos años descubre que lo que a él más le gusta es escribir y escribir. Le pone empeño al asunto y deja su firma por cabeceras como las de «El Tubo», su gran refugio, «Egin», GARA , «El Bolo Feroz», «Axular», "Nabarra», «Rock Estatal» o Diario de Noticias de Navarra, dónde lleva desde 2004 escribiendo críticas musicales con su peculiar estilo.
Javier Óscar Beorlegui ha escrito, además, tres libros bajo el seudónimo de El Piloto Suicida: «Manual de Supervivencia para andar por la vida», «Los cuentos de la dirección prohibida», «Aguantando el tirón», la biografía de Marea, «La alegría en puñados de a diez» y numerosas hojas de promoción para grupos y discográficas, así como alguna que otra letra.
Insumiso por pelotas
Lo que desea Beorlegui con esta biografía sobre su vida al filo de la mili, es tanto recordar a los jóvenes que hubo un tiempo en el que muchos jóvenes lucharon y pagaron con la cárcel su postura al negarse a ser alistados al Ejército, que él pasó por la cárcel en 1997, no hace tanto, y que conviene recordar esa lucha, «darla a conocer a las nuevas generaciones y refrescar la memoria a los políticos más olvidadizos». Es, por tanto, la crónica de un insumiso en la Iruñea de finales del siglo pasado «no plasmada en papel hasta el momento». Un relato que gracias al esfuerzo de Beorlegui nos retrata la estupidez militar, el mal funcionamiento de la institución, al punto de que J. Óscar Beorlegui, al pasar el tiempo y no llamarle ningún juzgado, se tiene que poner una denuncia contra él mismo, siquiera por coherencia.
«La insumisión en Navarra» es un libro fiero, firme, pero con las filas rotas y donde el escritor intima consigo mismo, con su familia, con su devoción por la escritura, la música... Está escrito con ira y humor, recursos, y mucho arte.