Rafale Bengoa, consejero de Sanidad del Gobierno de Lakua, reafirmó ayer su confianza en la sanidad pública, si bien matizó que esta necesita «ciertas reformas». Lo hizo en «Publikoa», un foro organizado por el PSE, y acompañado de Vicente Reyes, parlamentario de ese partido en la Cámara de Gasteiz; José Manuel Freire, exconsejero de Sanidad en la etapa del lehendakari José Antonio Ardanza; y José Ramón Repullo, médico colegiado de Madrid.

La cita, que tuvo un marcado tono de precampaña electoral, estuvo trufada de críticas al Gobierno de Mariano Rajoy y especialmente a los recortes acometidos y previstos en Sanidad.

Bengoa comenzó su alocución avisando a los presentes de que «hay que prepararse para diez años de austeridad», de los que, en su opinión, «se han conseguido gestionar tres de ellos de manera eficaz» gracias a la labor del gabinete de Patxi López.

Por ello, consideró que el actual sistema sanitario es «perfectamente sostenible» siempre que «se hagan reformas», ya que, en caso contrario, «habrá decadencia».

A continuación, enumeró varios peligros, que a su juicio, acechan a la sanidad pública si se aplican los recortes dictados por el Gobierno del PP y frente a ellos colocó el concepto de «transformación» o «reforma».

Los peligros inmediatos serían, remarcó Bengoa, «la disociación entre pacientes, trabajadores y administración».

Además, indicó que estos recortes pueden generar «malestar» entre los trabajadores y ponerles «a la defensiva» frente a «una reforma sanitaria que es necesaria para hacer viable la sanidad pública, y que no pasa por hacer recortes».

El consejero volvió a insistir en la necesidad de «redefinir» la sanidad y de «adaptarla a la realidad social», aunque no puso ninguna de esas reformas «necesarias» encima de la mesa, limitándose a apostar por un cambio global.

Bengoa aprovechó la parte final de su discurso para cargar contra los sindicatos vascos por «oponerse a una transformación necesaria para que el sistema pueda mantenerse».