crisis en la judicatura española
Dívar elude el juicio en el TS pero 5 vocales del CGPJ exigen su dimisión
La Sala de lo Penal del Tribunal Supremo español aprobó, por 11 votos a cuatro, no admitir la querella contra su presidente, Carlos Dívar, por los viajes a Marbella. Lo que no podrá evitar es que cinco vocales del CGPJ le insten a dejar el cargo en un pleno extraordinario.
Alberto PRADILLA | MADRID
El presidente del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ), Carlos Dívar, esquivó ayer la posibilidad de ser juzgado en el Tribunal Supremo español por sus viajes a Marbella a cuenta del erario. La sala de lo Penal del Alto Tribunal decidió, por once votos contra cuatro, «inadmitir» a trámite la querella presentada por la asociación de juristas Preeminencia del Derecho. Lo que no evitó el magistrado es que el órgano que preside se reúna esta misma semana. Un encuentro forzado por cinco de los vocales que exigirán su dimisión por el escándalo de sus estancias en restaurantes y hoteles de lujo pagados con dinero público.
Pasadas las 14.00 horas, después de tres horas de deliberación, la sala de lo Penal del Supremo decidió no imputar a Dívar. Cuatro de los magistrados (José Manuel Maza, Perfecto Andrés Ibáñez, Joaquín Giménez y Alberto Jorge Barreiro) se mostraron disconformes con la mayoría, por lo que emitirán votos particulares al auto exculpatorio que será publicado en los próximos días. Los once jueces del Supremo que avalaron a Dívar coinciden con la tesis de la Fiscalía, que no consideró que existiesen indicios de delito en una veintena de viajes a Marbella por importe de 13.000 euros pagados por el CGPJ. A estos desplazamientos se suman otros doce, por diferentes puntos del Estado español, también pagados por el órgano judicial y que costaron 15.185 euros.
Dívar eludió que sus subordinados (él también es presidente del Supremo) le procesasen por estafa, malversación o apropiación indebida. Lo que no podrá evitar será que cinco de los 20 vocales del CGPJ exijan su cese durante el pleno extraordinario que tendrá lugar esta semana.
En principio, Dívar había esta sesión para el próximo jueves, 21 de junio, antes de que se conociese el dictamen de la sala. Sin embargo, una vez que la sala emitió su dictamen, cuatro vocales (Félix Azón, Carles Cruz, Inmaculada Montalbán y Margarita Robles), por una parte, y un quinto (José Manuel Gómez Benítez, que es quien inició las denuncias), por otra, exigieron que se adelantase. El reglamento da de plazo hasta el sábado. A través de sendas notas, los vocales exigieron la dimisión de su presidente por entender que, aunque haya sido exonerado, su actitud perjudica a la institución que representa. Acosado por diversos flancos, en breve podrá despejarse la duda de si Dívar sigue aferrado al cargo.
El próximo lunes, Dívar y Juan Carlos de Borbón podrían coincidir en la conmemoración del bicentenario del Tribunal Supremo. Será la imagen de dos instituciones con una deteriorada imagen durante este último año.
El PP aceptó el lunes la exigencia de IU para que Carlos Dívar comparezca ante el Congreso y explique sus viajes pagados con el erario público. Era el cuarto intento de la formación liderada por Cayo Lara. Sin embargo, los conservadores apurarán al máximo los plazos para que el magistrado presente sus explicaciones. En realidad, IU se valió de una vericueto parlamentario para obligar al PP a aceptar la presencia de Dívar en la Comisión de Justicia, ya que presentó su solicitud para que el jefe del CGPJ explique los pormenores de la memoria de 2011 de la institución que preside. Un documento que, según señaló ayer Alfredo Prada, presidente del órgano parlamentario, todavía no está lista. De este modo, Prada aseguró, según la agencia Efe, que no se plantea convocar a Dívar hasta, por lo menos, el mes de setiembre. Y, al ritmo de los acontecimientos, habrá que ver si sigue en el cargo. A.P.