onintza enbeitia| NUEVA diputada de amaiur
«El PP está muy cerrado, pero al menos nos tienen que escuchar»
Nacida en Muxika en 1979, la bersolari Onintza Enbeitia se ha estrenado como diputada de Amaiur la misma semana en la que Sortu ha recibido el aval del Tribunal Constitucional español. A pesar de que su faceta más conocida es la relacionada con los bertsos, la política no le es ajena. Hasta ahora, ejercía como jefa de prensa de Bildu en las Juntas Generales de Bizkaia.
Alberto PRADILLA |
La bertsolari Onintza Enbeitia se estrenó el miércoles como diputada de Amaiur en sustitución de Iñaki Antigüedad, que tuvo que dejar el escaño por incompatibilidad con su labor docente. Debut en el estrado y primeros abucheos de la bancada del PP, incapaces de guardar las formas ante la promesa del cargo «por imperativo legal» en castellano y euskara.
Primera semana como diputada, ¿cuáles son las primeras sensaciones?
Lo veía con vértigo. La decisión de venir a Madrid y reivindicar que Euskal Herria es una nación y tiene derecho a decidir es un proyecto en el que creo. Aunque este es un órgano que ninguno de los miembros de Amaiur sentimos como nuestro, tenemos la tarea de que escuchen la voz de la mayoría social vasca.
Viene con ventaja, después de haber seguido desde la barrera la labor de Amaiur durante estos meses. ¿Cuáles cree que tienen que ser los puntos clave que debe tocar la coalición abertzale?
En primer lugar, es hora de reivindicar el marco de relaciones laborales vascas. Porque España nos está hundiendo. El Congreso es un espacio válido para reivindicar que se pueden hacer políticas progresistas, de izquierdas y más justas. En lo político, el objetivo es que Euskal Herria pueda ejercer su derecho a decidir. Y para eso es clave que se dialogue y se decidan los pasos para que, en un futuro próximo, el conflicto se solucione.
La mayoría absoluta del PP no está poniendo fácil estos objetivos. Su gobierno a golpe de decreto y su cerrazón al diálogo marcan la legislatura.
El PP tiene un discurso muy cerrado y no acepta críticas. Sabemos que será difícil que se acepten los planteamientos que traemos desde Amaiur, pero al menos nos tienen que escuchar. Y el Gobierno español se tiene que sentar a dialogar, porque también es su responsabilidad.
¿Quién tiene la llave para cambiar esta actitud?
La última palabra la tendrá la mayoría social vasca, que quiere una solución. Por nuestra parte, tenemos nuestras intervenciones, y podemos traer ese mensaje aquí. No es solo un problema nuestro, el Gobierno tiene muchas responsabilidades. Trayendo este debate continuamente al Parlamento llegará un momento en el que tendrán que responder. Y me refiero a una respuesta de verdad, no con evasivas. Venimos a pedir diálogo y a reivindicar que Euskal Herria tiene derecho a decidir. Si el Gobierno quiere hablar de armas y de desarme, ya sabe con quién tiene que hablar, aunque diga que no lo quiere hacer.
Ahora dedicará su labor en Madrid, aunque la mirada está puesta en Euskal Herria, marcada por un ambiente preelectoral...
Es lógico que la atención esté centrada en Gasteiz. Lógicamente, los órganos más cercanos en Euskal Herria serán los que más presionen. Al final, es comprensible que la mayoría social esté pendiente de que Patxi López deje el cargo. Más aún ahora que la Justicia dice que D3M y Askatasuna no fueron parte de ETA. No voy a decir que Patxi López es un okupa por respeto al movimiento okupa, pero sí que está en un puesto que democráticamente no le corresponde. Además, la necesidad del cambio está más presente que nunca. Nosotros aquí somos unos embajadores de esa ilusión y esa necesidad de cambio.
También Sortu ha sido legalizado. ¿Cómo cree que afectará al Amaiur?
Afectará positivamente, porque la gente de la izquierda abertzale llevamos diez años en los que no hemos podido reconocer lo que somos. Ahora, quienes entramos en este proyecto tenemos un partido que ya se está constituyendo, una estructura política que nos permitirá plantear más propuestas.
La clase política está cada vez más desprestigiada entre la ciudadanía....
No es un problema solo del Congreso. Hay una forma de hacer política, que en Euskal Herria también la hemos sufrido durante muchos años, en la que las instituciones son esos grandes edificios con las puertas cerradas. Hay que demostrar a la gente que esas barreras se pueden romper. Si durante cuatro años cerramos las puertas, es un fraude. Ni es democracia ni puede llamarse así. Para que exista una democracia real tiene que decidir el pueblo. Cada diputado o diputada, no solo de Amaiur, sino de cualquier partido que se considere democrático, debería de estar abierto a escuchar y a participar en luchas sociales. Entiendo la política en un sistema democrático, como algo rotatorio, en la que todo el mundo debería de participar. Esta es una forma de entender la política que no tiene la derecha, ni aquí ni en Euskal Herria. Gestionan las instituciones como si fuesen su empresa.
«La legalización de Sortu será positiva para Amaiur porque los miembros de la izquierda abertzale contamos con un partido y una estructura»
«Venimos a pedir diálogo. Si el Gobierno español quiere hablar de armas y de desarme, ya sabe con quién tiene que hablar, aunque diga que no lo quiere hacer»