En la primera estatal están reponiendo «Ana y los 7», con ese personaje llamado Ana García Obregón, conocida como Antoñita la fantástica. En La 2, esa idea del mundo hecha por bandoleros buenos, «Curro Jiménez», que quizás sea el mejor paliativo para entender la corrupción estructural existente en esa complicidad dolosa ente políticos y banqueros para expoliar a los impositores y la ciudadanía en general. Esto se llama involución programática. Son los pliegos de acompañamiento a la escabechina que se va a producir con los informativos de RTVE. Van a intentar tapar la inutilidad absoluta del gobierno zombi de Rajoy, una especie de espectro de Aznar, con mentiras, cintas de vídeo y misas.

Y por medio los sanfermines, que dan mucho juego para españolear con toros, sangría y camisetas mojadas. El chupinazo ha sido una retransmisión tan aséptica en lo formal, como infumable en los comentarios. Van a peor en la primera estatal. Es una especie de competición para instaurarse en el tópico y la ignorancia. Una suerte de manual del buen «patas sanferminero». Y no ha hecho nada más que empezar. Confiemos en que los encierros, pese a que se nos anuncia una barbaridad teórica, es decir corredores con cámaras de 3D, que se mezclarán, se sobreentiende con las imágenes de las cámaras habituales. Además ofrecen por sus varias plataformas, la posibilidad de hacerse el plan de visionado. Para estos eventos no parece existir recortes presupuestarios.

Por cierto, si no se retransmitiera el chupinazo, ¿se llenaría igual la plaza del ayuntamiento? ¿Se meterían tantos irresponsables en los encierros para aumentar el peligro para todos sin poder tener sus segundos o minutos de gloria televisiva? Muchos pensarán que los encierros son eso que se ve por la tele, pero son muchas más cosas y en un principio era algo especial, para unos pocos atrevidos y consecuentes mozos preparados para ello. He escuchado ayer mismo que hablaban de los «corredores profesionales». Ahí empieza el problema. Esa supuesta profesionalización, con patrocinios y repercusiones mediáticas globales. Madrugaremos, aunque sea para maldecir a algunos. Mando rosas a todos.