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Orica-GreenEdge, el otro estandarte ciclista «aussie»
El equipo australiano ha conseguido reunir a los mejores ciclistas del país, y cinco de ellos están en el Tour.
Simon VALMARY (AFP)
El ciclista australiano más famoso es sin duda el ganador del pasado Tour, Cadel Evans, pero los aficionados de las Antípodas también han vuelto sus ojos este año hacia su «equipo nacional», el Orica-GreenEdge.
El nuevo equipo australiano había fijado sus objetivos en las primeras etapas de la carrera, esas que son consideradas de «transición», en las que pretendía jugarse las bazas de hombres como Matthew Goss (3º en Tournai el lunes, 4º en Rouen el miércoles, 2º en Saint-Quentin el jueves y 3º ayer) o Simon Gerrans, y también Michael Albasini se dejó ver (5º en Boulogne-sur-mer el pasado martes).
Aunque el equipo lleva un nombre clásico con un patrocinador -el fabricante australiano de productos químicos Orica- y la denominación GreenEdge -que mezcla el adjetivo «verde», en referencia al color nacional, con la expresión «para asegurar la ventaja sobre sus rivales»-, ha sido recibido como una verdadera selección australiana.
A excepción de Cadel Evans (BMC) y algunos otros corredores (Mark Renshaw, Richie Porte y Michael Rogers especialmente), ha conseguido reunir a los mejores ciclistas del país. Y cinco de ellos están presentes en esta edición del Tour.
«Nunca pensé que esto podría llegar a suceder. Ya era un sueño para mí ser profesional en Europa, donde representamos a nuestro país, y somos un poco el reflejo de Australia, de nuestra particular personalidad», sonríe Stuart O'Grady, el Decano (38), que llegó a vestirse el maillot amarillo del Tour en dos ediciones (1998 y 2001,) y ganador de la París-Roubaix (2007).
El proyecto se remonta a 2010. Su puesta en práctica, con un presupuesto final entre 10 y 12 millones de dólares australianos (8-10 millones de euros), surgió en el momento oportuno, inmediatamente después de la primera victoria australiana en la más prestigiosa competición ciclista. «¡Desde que ganó Cadel, la bicicleta se ha convertido en una locura por allí abajo!», vuelve a sonreír O'Grady.
Perfil típico
Antes de Evans, hubo otros pioneros del ciclismo australiano: Don Kirkham e Iddo Snowy Munro fueron los primeros aussies en correr en el Tour en 1914. Phil Anderson lució el primer maillot amarillo (lo llevó un día en 1981) y también fue el ganador de la primera etapa (1982), y Robbie McEwen el ganador del primer maillot verde (2002).
Tras pasar por los mejores equipos europeos, y reunidos ahora bajo la bandera del GreenEdge, los experimentados Baden Cooke, Stuart O'Grady, Brett Lancaster y Simon Gerrans, además del joven talento Matt Goss, se han convertido en los sucesores de aquellos pioneros.
Procedentes a menudo del ciclismo de pista, representan un tipo de corredor especial en el ciclismo australiano, rápido y potente, que se sienten cómodos en un sprint, y capaces de cruzar golpes si hace falta.
«Muchos de estos ciclistas de la misma generación han pasado por las manos de Shayne Bannan (exdirector de alto nivel de la Federación Australiana y actual mánager del equipo) y querían trabajar juntos», nos cuenta Lionel Marie, director deportivo galo de la escuadra.
«Ellos tienen un orgullo nacional y una responsabilidad, porque el deporte en Australia está más integrado en su cultura que en Europa. Ellos saben que se encuentran bajo la mirada de sus compatriotas», añade.
Un canal de televisión muy seguido en YouTube permite a los australianos seguir las actuaciones de sus embajadores durante todo el año en el circuito mundial del ciclismo profesional (WorldTour).
Este verano, todos sueñan con ver a Matt Goss llegar a los Campos Elíseos con el maillot verde del ganador de la clasificación por puntos, como una especie de guiño a su color nacional.