El candidato del Movimiento Progresista, Andrés Manuel López Obrador, conocido como AMLO, aseguró el jueves que el PAN está negociando el voto de sus electores con el PRI. «En el PAN ha habido muchas traiciones, muchas canalladas, como el maltrato a su candidata (Josefina Vázquez Mota), y ahora sus dirigentes están negociando con el PRI, dejando solos a los votantes», señaló.

Al término de la jornada electoral, AMLO denunció la existencia de fraude electoral, acusando al PRI de comprar votos para favorecer a su candidato, Enrique Peña Nieto, al que ayer el Instituto Federal Electoral (IFE) ratificó como vencedor de las presidenciales. El jueves, López Obrador fue más allá en su acusación al aseverar que «no son miles, son millones de votos (comprados)».

La constatación de irregularidades durante el primer escrutinio llevó a AMLO a solicitar el miércoles a la IFE el recuento voto por voto, que se llevó a cabo en 300 distritos electorales, el 50% de las mesas. Finalizado el recuento, el IFE ratificó ayer la victoria de Peña Nieto con el 38,21% de los votos, mientras que López Obrador obtuvo el 31,59%. Vázquez Mota habría logrado el 25,41% y Gabriel Cuadri, del partido PANAL, el 2,29%.

López Obrador adelantó que impugnará las elecciones presidenciales por fraude. El Movimiento Progresista tiene intención de agotar los cuatro días de plazo de que dispone para recabar el mayor número de pruebas.

Ayer, en rueda de prensa, AMLO presentó más de 3.500 tarjetas de la cadena de supermercados Soriana que, según denun- ció, habrían sido utilizadas por el PRI para comprar votos a favor de Peña Nieto. Las tarjetas se podían canjear por compras valoradas entre 6 y 60 euros.

También el movimiento YoSoy132 ha denunciado haber constatado al menos un millar de irregularidades relacionadas con la compra de votos y credenciales electorales, intimidación y hostigamiento, y aseguró tener pruebas de cada una de ellas. El 96% de los casos, subrayó, fue protagonizado por el PRI.

«Ilegalidad»

El presidente del IFE, Leonardo Valdés, advirtió el jueves, antes de que se conocieran los resultados electorales definitivos, de que desconocer los resultados sería una «ilegalidad». Apuntó que «sería desconocer el esfuerzo de los 50 millones de votantes y de los millones de personas que colaboraron para que este proceso electoral tuviera un fin correcto, que se apega a la ley, que permite que nos sintamos orgullosos del avance de nuestra vida democrática».