El presidente francés, François Hollande, y la canciller alemana, Angela Merkel, celebrarán mañana en Reims, símbolo de las dos guerras mundiales, el cincuenta aniversario de la reconciliación franco-alemana sellado en la catedral de esas ciudad, el 8 de julio de 1962 por el general Charles de Gaulle y Konrad Adenauer.

Ambos líderes políticos tomarán la palabra ante del edificio religioso después de inaugurar en un palacio una exposición sobre «Los constructores de la amistad franco-alemana», propuesta por la Fundación Charles de Gaulle.

Los actos de Reims abren una temporada de celebraciones que será marcada por la conmemoración, en setiembre, del discurso de De Gaulle a la juventud alemana en Ludwigsburg (Bade-Wurtemberg) y, en enero, de los 50 años del Tratado del Elíseo que fijó la cooperación entre ambos países.

Para el ministro francés de Asuntos Europeos, Bernard Cazeneuve, ambos países se encuentran en «un año de reflexión sobre lo que debe ser la cooperación franco-alemana por los cincuenta próximos años», apuntando que podría extenderse a los ámbitos de la educación, la investigación y la cultura.

Ciudad mártir

Ocupada por los prusianos en 1870, devastada por los bombardeos alemanes entre 1914 y 1918, lugar de rendición de los nazis en 1945, De Gaulle eligió la ciudad mártir de Reims para encarnar la reconciliación franco-alemana hace 50 años por considerarla «símbolo de las antiguas tradiciones francesas y escenario de numerosos enfrentamientos de enemigos heredados».

Reims fue ocupada por el Ejércitos enemigos en los tres últimos conflictos que enfrentaron a ambos países, pero durante la Gran Guerra sufrió la peor destrucción.

«Entre Francia y este pueblo alemán queremos que en lo sucesivo, mañana, haya comprensión y amistad», declaró De Gaulle con motivo de la visita de Adenauer a Reims.